EL PORQUÉ DEL PARQUÉ

La crisis llama a la puerta

Las sucesivas revisiones a la baja en las previsiones de crecimiento económico en los EEUU para 2008, junto a la incorporación en los escenarios centrales manejados por los principales bancos de inversión (Morgan Stanley, Merrill Lynch y Goldman Sach) de una recesión económica durante la primera mitad del año, ha aumentado la preocupación de los inversores, provocando severas correcciones en los principales mercados occidentales, destacando por su negatividad el español, con una caída a la fecha que escribo superior al 8% en estos primeros compases del año, perdiendo el nivel de los 14.000 puntos. La caída desde máximos del mes de diciembre es de nada menos que 2.000 puntos, lo que nos indica la importancia y profundidad de la corrección y la debilidad de la mayoría de los títulos, especialmente los de pequeña y mediana capitalización, cuyas correcciones son muy significativas.

Siempre que comienza un nuevo año, me parece conveniente realizar una serie de pronósticos sobre lo que, razonablemente, puede ocurrir en los mercados. Elijo el español por razones obvias, puesto que la mayoría de los lectores mantienen sus inversiones en valores cotizados en la Bolsa española, aunque el efecto de la globalización influye, con matices, a la mayoría.

En general, el año 2008 estará marcado por la desaceleración cíclica de la economía mundial, muy suave en Asia e Iberoamérica y mucho más marcada en EEUU y Europa. La crisis financiera y las restricciones crediticias se mantendrá durante mucho más tiempo que el inicialmente pensado. De hecho, no se esperan emisiones de largo plazo durante el primer semestre ante la falta de demanda de los agentes financieros. Las subidas de las materias primas y el mantenimiento de elevados precios energéticos a lo largo del año están justificados por la fuerte demanda de China e India.

La inflación será un problema importante y de difícil solución. La subida de las materias primas y precios energéticos no ayudan en un país con rigideces estructurales prácticamente imposibles de erradicar. Un posible bálsamo para tantas sombras puede ser las políticas monetarias de los Bancos Centrales. En este sentido, el discurso de Bernanke pone el acento en el crecimiento económico y en que los riesgos a la baja para el mismo han aumentado recientemente. Esta circunstancia ha elevado las expectativas de nuevas bajadas de los tipos de interés de la FED que podrían terminar el año por debajo del 3%. En la Eurozona, el BCE, mucho más germánico en la lucha contra la inflación, subordinará las bajadas de tipos a la evolución de ésta, pero probablemente la depreciación del dólar/euro le obligará a reducir tipos.

En el escenario macroeconómico que preferimos (65% de probabilidades) descontamos: Precio del crudo y alimentos elevados. Desacelerador financiero moderado. Ajuste residencial en la OCDE. Bancos Centrales inician bajadas de tipos. Implicaciones: Debilidad del consumo privado en la OCDE. Inflación y tipos de largo plazo contenidos. Desaceleración gradual de la economía mundial, sostenida por Asia. Limitado crecimiento de los mercados bursátiles. Por otra parte, la incertidumbre se incrementará significativamente, apoyada por una importante elevación de la volatilidad (ha multiplicado por 2,5 veces el nivel de los tres últimos años).

El mercado español estará, además particularmente influido por: Endurecimiento de las condiciones crediticias y ampliación de diferenciales sobre tipos. Previsión de crecimiento de beneficios de las empresas del IBEX-35 en el entorno del 5%. Riesgo bajista por revisiones a la baja de beneficios. Mayores posibilidades de correcciones que de alzas bursátiles. Perspectivas de reducción de rentabilidad por dividendo. Posibilidad de cambio de tendencia que rompa el ciclo alcista.

Si después de estas consideraciones todavía se pregunta que hacer, le sugiero:

Si está fuera del mercado no entre, al menos, en el primer trimestre. Si está dentro, es decir, con la inversión ya realizada, tiene un problema. Las correcciones pueden continuar. Las vueltas del mercado las aprovecharíamos para reducir posiciones en un 50%. Solo mantendríamos los títulos de grandes compañías. No se deje llevar por las llamadas gangas del mercado. Todo lo que baja, puede bajar más. En todo caso, si quiere matar el gusanillo, opere a muy corto plazo, preferiblemente intradía. Ya tendrá tiempo de entrar. Seguramente a lo largo del segundo trimestre habrá verdaderas oportunidades. En Bolsa siempre hay que saber esperar. Hoy hay demasiadas incertidumbres. El riesgo de su desenlace, que lo corra otro.

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