Jerez

Más de 1.500 escolares acarician el mundo de la Real Escuela

  • El Recreo de las Cadenas celebra para los colegios tres galas por el Día de Andalucía en las que participan un total de 31 centros

Más de 1.500 escolares disfrutaron ayer de la primera de las tres galas que la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre (REAAE) celebra con motivo del Día de Andalucía. Las próximas serán mañana y el viernes 2 de marzo, para la que había lista de espera de 800 alumnos, de ahí que se haya organizado una tercera sesión. En total participarán alumnos de 31 centros educativos andaluces. Hay que destacar que estas citas tienen un carácter solidario, de forma que cada alumno que asista aportará un kilo de alimento no perecedero más el precio de la entrada, que serán destinados a una entidad benéfica de la provincia, en esta ocasión, la Cruz Roja.

La jornada comenzó a las 10 de la mañana con el recibimiento por parte de la mascota de la casa, 'Quino', protagonista de la guía didáctica de la Real Escuela, con la que los niños pudieron fotografiarse en el photocall. También hubo un amplio programa de animación en los exteriores de las instalaciones del Recreo de las Cadenas, donde los pequeños pudieron participar en múltiples actividades relacionadas con el ámbito ecuestre y en torno a 'Jerez, ciudad europea del caballo'. Luego disfrutaron de los Museos del Arte Ecuestre y del Enganche, depositarios del patrimonio de Andalucía en el mundo del caballo, donde los escolares pudieron acercarse a la historia de la comunidad autónoma a través de la equitación. De hecho, para muchos, era la primera vez que veían un caballo. Así fue para un profesor francés, que se emocionó por poder acariciar a uno de ellos. "¿Puedo tocarlo, puedo tocar al caballo?", era la pregunta más escuchada por los guías y profesores. Y lo tocaron, con mucho regocijo.

Las siguientes citan serán mañana y el 2 de marzo, para las que había lista de espera

Para finalizar, la gala, que se inició con el himno de Andalucía, cantado en pie por todos los asistentes, incluidos los visitantes extranjeros, que se sumaron al gesto. Los potros y el carrusel, protagonizados por los alumnos de la Escuela, y trabajos de mano, fueron de los más aplaudidos. Ejercicios como los saltos, fueron los que más expectación provocaron en los niños, que ovacionaron con entusiasmo. También respetaron al pie de la letra las normas en la exhibición, como permanecer en silencio en el espectáculo de los potros. La gala concluyó con enganche y manejabilidad, y con la mascota 'Quino', que decía adiós a los asistentes y daba las gracias por su visita.

"¡Qué chulo!, ¡me encanta!, ¡quiero acariciarlo otra vez!"... Niños y profesores celebraron una jornada con la que la Real Escuela quiere demostrar que está abierta a todo el mundo, a todas las edades. Más cerca que nunca.

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