Decía a principios de semana el presidente de las peñas flamencas, Manuel Moreno, que las zambombas celebran el nacimiento de Jesús, pero que tienen la capacidad de incluir a aquellos que prefieren la Micaela al Niño que dormío en la cuna se quea. Desde que se rescataran las zambombas hace unos años, en Jerez han convivido su manifestación más tradicional y su evolución cuasiguatequera.

Una de las de candela, pestiños y palmas fue la de la hermandad del Cristo, en el colegio Al-Ándalus de San Telmo. Olía a carbón de fogata porque se realizó en la pista cubierta del patio. Una lona del techado al suelo cerró la estancia y se generó el ecosistema del arte. Corrían jereces y algún que otro cubata, mientras no se apagaba la esencia de improvisada alegría, al brum brum de las tinajas. "El tiempo y el fútbol no nos han ayudado, ahora tiene que llegar más gente", decían algunos organizadores alrededor de las 18 horas, cuando se acercaba el pitido final en el Camp Nou, aunque es de subrayar que no había menos de 150 personas. A esas horas, casi todas las zambombas de la ciudad estaban aún a medio aforo.

"¿Tú has visto alguna vez a un gitano al que no le guste el fútbol? Y son todos del Real Madrid", bromeaba en pleno partido Manuel Moreno en su casa, en la peña Fernando Terremoto, en el Pago San José. "Pues va ganando el Barça", se le dijo. "Aquí no le vamos ganando al partido pero hay ambiente, vamos empate". Lo cierto es que el salón de la peña presentaba una gran imagen. El coro sonaba a voces de mujer, bien acompasadas, cumpliendo de sobra con cada nota de la escala a los pies de un Nacimiento que presidía la tarde.

La Asociación de los Reyes Magos celebró también una zambomba a beneficio de su importante obra social, en La Atalaya, que contaba con un mercadillo de productos navideños y carnes. Acudió la alcaldesa, Mamen Sánchez, acompañada de su familia, que incluso se animó al son de un grupo integrado por adolescentes, donde compartió un rato con los actuales Reyes Magos y aquellos que lo fueron en otras ediciones.

Por su parte, la propuesta de la Vera-Cruz, en la bodega Pajarete, representó el estilo de la neozambomba. Un grupo de música en un escenario con luces de colores y micrófono amenizaba la gran estancia, repleta de jóvenes y familias. Registró una enorme entrada y un ambiente que no decaía.

Muchos de los asistentes a la zambomba que tradicionalmente organiza de forma privada el conocido hostelero Alfonso Rodríguez (de Alfonso Catering) se sorprendieron con la presencia de nada menos que dos ministros, el de Exteriores, el jerezano Alfonso Dastis, y el ex alcalde de Sevilla y titular de Interior, Juan Ignacio Zoido. No eran las únicas personalidades, pero sí las que más miradas curiosas atrajeron.

Las zambombas que corrieron peor suerte fueron aquellas previstas para celebrarse al aire libre, que debieron ser aplazadas por si algún día del Puente de la Inmaculada o en próximos fines de semana es posible que tengan lugar. Desde luego, lo que quedó claro es que Jerez ha cogido con ganas la llegada de su Navidad. Sea con candela o micrófonos, con arte o con el sencillo estar, es indudable que ya pueden jugar Messi y Cristiano o caer un diluvio, porque Jerez ya está disfrutando de una de sus fiestas grandes.