Jerez

El homenaje a González-Gordon bate récords en la Diáspora madrileña

  • La Real Gran Peña reúne a más de 200 personas, muchas de las cuales sólo pudieron acudir al cierre del acto más multitudinario de las 33 ediciones celebradas hasta el momento de la 'Berza de Navidad'

Más de 200 personas acompañaron ayer al bodeguero, enólogo y ornitólogo jerezano Mauricio González-Gordon Díez en el transcurso del homenaje que le rindieron en Madrid los 'Jerezanos de la Diáspora'. Los salones de la Real Gran Peña fueron materialmente insuficientes para dar cabida a tantos jerezanos y madrileños que se quisieron acudir al acto. La XXXIII edición de la 'Berza de Navidad' de la Diáspora batió todos los récords. Tanto es así que casi 25 personas tuvieron que buscar un lugar donde almorzar por las inmediaciones para unirse posteriormente a la celebración en el momento de los discursos. Mauricio González-Gordon acudió a Madrid acompañado de su hijo de igual nombre, de su hermano Jaime, así como del director general de González Byass, Jorge Grosse. Multitud de jerezanos conocidos se adhirieron al indudable tirón de uno de los más insignes bodegueros jerezanos, caso por ejemplo de José Joaquín Isasi Isasmendi, el conocido jinete Álvaro Domecq, el hostelero Faustino Rodríguez o el concejal delegado de Zona Norte, Ciudad del Flamenco y Juventud, Francisco Benavent, entre muchos otros.

Buena parte de la oferta gastronómica de esta tradicional convivencia navideña recayó nuevamente sobre el ya mencionado hostelero Faustino Rodríguez, propietario del no menos popular 'Bar Juanito', que llevó para la ocasión a Madrid 720 ejemplares de sus alcachofas, 600 pestiños y unos 12 kilos de tarta de almendras.

Tras los preceptivos discursos, que tuvieron como protagonistas al presidente de la Diáspora, Manuel Fernández García-Figueras, Mauricio González-Gordon hijo, al presidente de la Real Gran Peña, el marqués de Quintanar, Faustino Rodríguez, Francisco Benavent y Alfonso López de Carrizosa, el presentador del acto, que fue nuevamente Miguel Primo de Rivera, dio paso al homenajeado, que volvió a demostrar sus amplísimos conocimientos del mundo del vino contando tres anécdotas de indiscutible sabor: una de ellas hizo referencia a que Magallanes, según está documentado, gastó más en vino de Jerez que en armamento para iniciar su vuelta al mundo; otra trató sobre las tristezas que llevaron a Doña Ana Gómez, hija de la princesa de Éboli a buscar retiro en lo que siglos más tarde sería el Coto de Doñana, así como las industriales cantidades de vino que el séptimo duque de Medina Sidonia, Alonso Pérez de Guzmán, recomendaba dar a sus marineros: una botella al día teniendo en cuenta que los vinos de Jerez, por su categoría, sólo debían beberse cuando los demás se hubieran agotado. La anécdota se la refirió hace apenas dos meses al almirante jefe de la Armada inglesa, el cual, en gentil carta, contestó a Mauricio González-Gordon que haría "lo que esté en mis manos por convencer al capitán de que se recupere la costumbre de llevar buenas cantidades de jerez a bordo de nuestros barcos".

Sin duda alguna, el recuerdo narrado por el bodeguero que más sonrisas levantó entre los presentes fue aquel que hizo referencia al conocido 'Pleito del Sherry' que vivió su padre con 80 años. La edad del testigo provocó que los abogados, no sin cierto ánimo de marear, propusieran diversas fechas para intentar que éste testificara ante los jueces ingleses. Tanto fue así que el magistrado decidió que testificara en Jerez ante un juez delegado de Gibraltar. "Las preguntas comenzaron a las nueve de la mañana y cuando ya iban por 45 le preguntaron si deseaba un receso, a lo que mi padre contestó que no era necesario, salvo por su costumbre de beber una copa de Jerez a dicha hora. Juez, abogados y testigos acabaron bebiendo sherry sin que el juicio estuviera en estado de receso". La anécdota concluyó con todos los asistentes aplaudiendo en pie. Mauricio González-Gordon Díez dio las gracias a la Diáspora por el "inmerecido" homenaje, "el cual me ha permitido reencontrarme con amigos que hacía mucho tiempo que no veía".

Antes que el patriarca de González Byass hablara ante los micrófonos pasaron por allí diversos amigos, así como familiares. Su hijo Mauricio destacó de su padre "la dedicación con la que desarrolló su tarea de padre", así como el hecho de que "durante tantos años haya sido un referente perfecto pues siempre ha sido consecuente y ha predicado con el ejemplo. Aún hoy en día, muchas veces cuando charlamos le pregunto su opinión y pienso que me sigue educando. Es un ejemplo a seguir, con su vida no nos ha puesto precisamente fácil igualarle".

Otra de las personas que tomó la palabra fue Faustino Rodríguez, quien realizó un llamamiento al consumo de vino en detrimento de otros caldos como los tintos en general. "Hoy estaba loco por hablar. Aunque me apellide Rodríguez yo también soy González porque yo también vendo vino".

Algo que no se puede pasar por alto fue el gran número de personas que pese a no poder asistir al acto de homenaje remitieron sus excusas, algunas de ellas tan sentidas como la del hermano mayor de la Real Hermandad del Rocío de Jerez, Felipe Morenés y Giles, quien recordó en una misiva la íntima relación existente entre los rocieros jerezanos y la bodega González Byass desde que la hermandad viera la luz en los años treinta. No menos destacable fue la que remitieron al unísono el presidente y el secretario general del Consejo Regulador del Brandy, Evaristo Babé y Ricardo Rebuelta, que llamaron al homenajeado "insuperable Mauricio". El cantaor José Mercé, que no se pudo pasar por la 'berza navideña' al estar grabando una entrega del concurso 'Pasapalabra' o Miguel García de Luján, anciano fundador de la Diáspora, también se excusaron.

El acto, como suele ser habitual, terminó con una degustación de combinados de brandy, en este caso 'Lepanto' de González Byass. Los jerezanos en la distancia posaron, como es tradicional, en las escaleras de la Real Gran Peña para, de esta forma, dar por iniciado el tiempo pre-navideño.

Los vinos que se sirvieron ayer fueron, lógicamente, de González Byass, caso del fino 'Tío Pepe', el oloroso 'Alfonso' el tinto 'Finca Moncloa' y el brandy 'Lepanto', todos ellos servidos por gentileza de la bodega jerezana.

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