El conflicto del transporte público se está caldeando por segundos. En el quinto día de huelga de la plantilla de Urbanos de Jerez los enfrentamientos entre comité y empresa se recrudecen y los comunicados de unos y otros se contradicen en casi todos sus puntos.

La dirección de la concesionaria provisional comunicó ayer a primera hora que se habían cometido actos de "violencia y vandalismo de los que están siendo objeto los autobuses que circulan cumpliendo los servicios mínimos estipulados por la Consejería de Empleo de la Junta de Andalucía, hechos que han sido puestos en conocimiento de los agentes de la autoridad". Entre los desperfectos, según la empresa, estaban "30 lunas rotas, pintadas y pinchazos", unos hechos que "condenamos con rotundidad", declaró.

Ante esta denuncia el presidente del comité, José María Romero, negó los acontecimientos y declaró que "esto es una mentira, es lo que nos faltaba y me parece fatal que nos quieran echar la culpa. Lunas nos rompen todos los días y ahora puede haber una o dos, no 30, y si no, a ver si hay algún autobús así por la calle. Nos pueden decir lo que quieran, pero por esto no pasamos". La delegada de Movilidad, María del Carmen Martínez, también se pronunció ante lo sucedido y lamentó la radicalización de la protesta. "Ya hemos pedido las lunas nuevas y por supuesto, ningún vehículo va a salir con estos desperfectos a la calle", aclaró la edil socialista.

Pero no quedó sólo aquí el enfrentamiento. Una supuesta reunión también fue objeto de discusión entre la dirección de Urbanos de Jerez y la plantilla del transporte público. Así, mientras la empresa dijo que ha sido ella la que ha dado el primer paso para un posible encuentro, el comité lo negó y reiteró que fueron los trabajadores los que solicitaron la reunión a "primera hora de la mañana".

"La dirección de la empresa desea informar que en torno a las 11 horas de la mañana de hoy -por ayer- Urbanos de Jerez se ha puesto en contacto con el comité de representantes de los trabajadores para invitarle a retomar las conversaciones que puedan poner punto final a la huelga, a lo que el comité se ha negado", señaló la empresa a través de un comunicado. Sin embargo, es el mismo comité el que denunció que "sobre las 7:42 hemos presentado una solicitud a la empresa para una reunión con objeto de dar fin a esta situación y nos la han denegado", declaró Romero.

Según el comité, la dirección de la empresa puso de "condición" para la reunión el desconvocar inmediatamente la huelga, "a lo que nos hemos negado", señaló el representante de los trabajadores. "Es doloroso que estén contaminando la información de esta manera, no sé lo que pretenden, ¿qué están buscando? Es vergonzoso que una empresa, si se puede llamar así, utilice estos métodos para poner en contra de los trabajadores la opinión pública", resaltó Romero. Parece que la paciencia de la plantilla se está acabando y tras los últimos acontecimientos las posturas se han distanciado a pasos agigantados. De hecho, tal fue el enfado ayer del comité que ya anunció que tras acabar el próximo viernes la huelga convocarán una asamblea para volver a aprobar una nueva convocatoria de huelga de un mes. "Con mentiras no se llega a ningún sitio y nosotros ya estamos hartos de oírlas", resaltó Romero.

Desde CCOO volvieron a solicitar al Ayuntamiento que "intervenga" en este conflicto para buscar una solución. El secretario local del sindicato, José Manuel Trillo, reconoció que "la empresa pone condiciones para sentarse, condiciones que son inaceptables. La empresa miente y su respuesta ha sido denunciar a la Policía que los trabajadores están obstruyendo la puerta de la empresa, unas acusaciones falsas".

Mientras tanto, los comerciantes y usuarios siguen siendo los perjudicados, teniendo que esperar hasta más de 100 minutos a que el autobús pase por la parada.