Hace ya algo más de ocho años que un informe del Instituto Nacional de Toxicología dependiente del Ministerio de Justicia exculpó a Rafael Ricardi Robles, el portuense que cumple condena desde hace algo más de diez años por algunas de las violaciones cometidas en la provincia hace trece años, de su posible participación en dichas agresiones. Según ha podido saber este periódico, fue el 18 de enero del 2000 cuando el Instituto Nacional remitió un escrito al Juzgado de Instrucción Número 2 de El Puerto, que había llevado el caso, en el que comunicaba que se descartaba ya de modo oficial que fuera de Ricardi el ADN de los restos de semen hallados en la ropa interior de algunas de las víctimas. Y aún hay más: el 2 de octubre de ese año la Policía, tras ser informada por el Juzgado de la existencia de dicho informe, comunicó oficialmente a los responsables judiciales el nuevo giro que daba el complejo caso de las violaciones que habían causado tanta alarma en la Bahía entre los años 95 y ese 2000, poniéndoles al corriente del informe de Toxicología que exculpaba al portuense, que por aquellas fechas ya llevaba casi tres años en prisión. En concreto, se remitieron sendos escritos a la Audiencia Provincial y a la Fiscalía de Cádiz.

Desde la Audiencia, el entonces y aún hoy presidente, Lorenzo del Río, contestó en esa jornada con un mero acuse de recibo de la comunicación. Desde Fiscalía, su entonces máximo responsable, Isidoro Hidalgo, el 20 de ese mes, comunicó a la Policía que el informe de Toxicología "no es prueba bastante para iniciar una revisión" al amparo de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Y es que, se sostenía desde el Ministerio Público, Ricardi, un politoxicómano que cuando fue detenido vivía debajo de un puente, en El Puerto, había sido condenado por su propia confesión y por el testimonio de algunas víctimas que dijeron reconocer su voz. Ahora, tras la detención el miércoles del jerezano cuyo ADN sí coincide plenamente con las muestras halladas , y la identificación del otro jerezano que ya estaba en la cárcel desde el 2006 como el otro encapuchado, también gracias a pruebas genéticas, la Policía ha vuelto a comunicar a las autoridades judiciales su convencimiento de que Ricardi es inocente. Es de esperar que ahora sí haya revisión.