Las carreteras de acceso al circuito ya tienen las indicaciones provisionales de tráfico; la zona de acampada está casi preparada; los graderíos temporales del trazado están montados; y los primeros camiones de patrocinadores y equipos ya se encuentran estacionados en el entorno de la autovía Jerez-Arcos. A falta de una semana, el circuito de velocidad vive una actividad intensa para no dejar nada a la improvisación para acoger un año más, y van 31, el Gran Premio de España del Mundial de Moto GP.

Ante el principal evento deportivo que se celebra en Andalucía, se requiere de un dispositivo de seguridad durante un fin de semana con una elevada afluencia de público (120.000 personas se contabilizaron los tres días de competición) y un sinfín de desplazamientos de vehículos por las carreteras. Por el momento, el Ayuntamiento se muestra confiado en que se supere la venta de entradas respecto a la pasada edición donde se contabilizaron 54.943. Hasta ayer, según datos aportados por la alcaldesa, Mamen Sánchez, se habían adquirido 47.385 localidades. Eso sí, los días previos a la prueba se incrementa notablemente el ritmo de venta al poder adquirirse en las taquillas del trazado.

En la mañana de ayer, hubo una reunión del comité asesor del Plan de Emergencias para ultimar el dispositivo de seguridad y sanitario para el próximo fin de semana. Las tres administraciones implicadas (Gobierno central, Junta de Andalucía y Ayuntamiento) mostraron "unidad" y "coordinación" en torno a un evento que debe estar por encima de controversias políticas.

El plan previsto no varía respecto a años precedentes con más de 5.000 efectivos entre miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado, Policía Local y sanitarios, entre otros. El subdelegado del Gobierno en la provincia, Agustín Muñoz, indicó: "El resultado de tantos años de experiencia ha sido satisfactorio por su alto grado de experiencia". Por su parte, el delegado de la Junta en la provincia, Fernando López Gil, hizo hincapié en esta misma idea al señalar que la celebración de este evento deportivo no sería posible sin el trabajo de colaboración y coordinación que realizan los organismos implicados, cuya eficacia ya se ha demostrado en ediciones anteriores. Finalmente, la alcaldesa, Mamen Sánchez, mostró su deseo de que "se celebre de nuevo un buen Mundial" puesto que "las previsiones climatológicas son buenas y Jerez recibirá a los moteros con la amabilidad que caracteriza a los jerezanos".

Al finalizar cada Gran Premio, la Consejería de Turismo encarga un informe para analizar el impacto económico de la cita motera, unas conclusiones que ya fueron adelantadas por este periódico el pasado mes de junio. En el informe se hacía una estimación del número de turistas que hubo durante ese fin de semana situándose en 78.526 personas. Asimismo, mediante encuestas, se hacía una estimación del gasto medio diario que se situó en unos 77,47 euros por día, unos 2,10 euros más que en 2015 pero lejos de la cuantía registrada en 2013 (84,22). Sin embargo, se dio la circunstancia de que en el estudio no se hizo una valoración global del impacto económico que sí se estimó para ediciones precedentes -en 2015 se habló de 45,6 millones de euros, unos 7,8 millones menos que en 2014-. En cambio, el delegado del gobierno en Andalucía cifró ayer en torno a los 28 millones de euros "el impacto directo en la economía de Jerez y su zona de influencia".

El representante de la Junta incidió en la apuesta por el mantenimiento de la prueba (el organismo autonómico aporta unos 3,8 millones y el Ayuntamiento unos 2,5 millones) más allá de 2018, último año que está contratado. "El Gran Premio nos permite unir la marca Andalucía con uno de los acontecimientos deportivos más relevantes a nivel mundial, donde están puestos millones de ojos, por lo que es una excelente plataforma para proyectar imagen del destino y también de nuestra capacidad organizativa para eventos de este tipo", aseveró.