Quien no haya vivido una mañana del Jueves Santo en la capilla de San Juan de Letrán no conoce profundamente el mundo de las cofradías jerezanas. Es la mañana en la que los cofrades de Jesús Nazareno reciben a sus nuevos hermanos.
Una imposición de cordones que se lleva a cabo en el marco de la celebración de la palabra. En la mañana de ayer fueron muchos, retoños casi todos, los que, a partir de ahora, llevarán con orgullo pertenecer a la hermandad de Jesús.
Posteriormente, la cofradía dedica un momento a los más veteranos. Diplomas para los que cumplen en este 2018 veinticinco, cincuenta o setenta y cinco años formando parte de la nómina. Gente a la que le corre la sangre morada por las venas.
En la mañana de ayer, hubo también un emotivo homenaje a dos hermanos como son Ángel Colorado y Antonio Maraver. La entrega de sus respectivos diplomas y el recuerdo para siempre en la hermandad del servicio bien hecho a la cofradía con sede en la alameda de Cristina.
También hubo lugar para la saeta. Destacar las que interpretaron Juan Zarzuela por un lado y Juan Lara por otro. Oraciones cantadas que salieron del corazón para Jesús Nazareno.
Como no podía ser de otra manera, finalmente se remató el acto -como siempre debe de hacerse en esta jerezana hermandad- con una fraternal convivencia en las dependencias de la corporación.
Un día de preparación para la estación de penitencia en la madrugada del Viernes Santo con el homenaje a los veteranos y la recepción a aquellos que quieren formar parte de esta hermandad que no puede ser más jerezana y más esencial para la Semana Mayor de la ciudad.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios