El Consejo Regulador del vino estima que durante la Feria del Caballo se consumirán unas 300.000 medias botellas de vino de Jerez, básicamente fino. Se trata de unas cifras que están en consonancia con las previsiones de otras ediciones y no tienen en cuenta, claro está, un factor tan importante como es la previsión meteorológica (la regla es muy simple, a más fresco se consume más vino, a más calor más cerveza, aunque hay que tener en cuenta que la popularización en los últimos años del rebujito, el consumo del fino y manzanilla con refrescos de lima-limón).

El Consejo Regulador también ofreció ayer su previsión de consumo de manzanilla en la Feria de Abril de Sevilla, que se inicia el próximo lunes. Los datos que maneja la institución hablan del consumo de un millón de medias botellas sobre el albero sevillano.

De esta forma, el Consejo da una cifra sensiblemente inferior a la que barajaba el miércoles Barbadillo, una de las principales casas sanluqueñas, que apuntó el consumo de un millón y medio de medias botellas solo de manzanilla.

Esta bodega sostiene que el 95 por ciento del vino que se bebe en la Feria de Abril es manzanilla y aunque no aportó información sobre el 5 por ciento restante -siempre según sus propias estimaciones, claro está- está claro que buena parte de esa cantidad correspondería al fino e incluso a vinos dulces de Jerez, por lo que aún habría que sumar otras 70 ó 75 mil medias botellas, pero hay que insistir en que se trata de unos datos cuestionables.

Sea como fuere, desde el Consejo se recuerda que una de cada tres botellas de vino de Jerez y manzanilla que se consumen al año en España se abre durante los meses de primavera, por lo que se trata de la estación del año más importante para ambas denominaciones de origen en el mercado nacional (y en el que caso de la manzanilla probablemente de toda la campaña).

Como recogió este medio en su edición de ayer, las bodegas más importantes de Sanlúcar están ya expectantes ante el inicio de la Feria de Abril. No se trata tanto por el tirón en las ventas de vino como por la repercusión que tiene una fiesta de estas dimensiones, a la que acude gente de toda España, por lo que hay que tener realmente en cuenta es el efecto escaparate que tiene.