Jerez

Una parroquia 'como Dios manda'

  • Tres arquitectos elaboran el anteproyecto del futuro templo de San Juan Bautista de la Salle y Nuestra Señora de la Estrella, una "ilusión" que depende ahora de la colaboración y solidaridad de los feligreses

"Menos golpes en el pecho y más cemento en el techo". Este es el lema de Miguel Ángel Montero, cura de la parroquia de San Juan Bautista de la Salle y Nuestra Señora de la Estrella, en la zona de Hipercor. Una frase que, según algunos de los feligreses más cercanos, suele utilizar a menudo. Y la razón no es otra que, con cierto toque de humor, hacer 'campaña' de cuestación para la construcción de una parroquia 'como Dios manda'. Y es que hay que recordar que desde el pasado mes de marzo, Miguel Ángel da misa en un templo "prefabricado", que tardó en ponerse en marcha cerca de un año, tiempo en el que este joven sacerdote preparó también la capilla de la barriada de Las Flores.

El espacio total del solar en el que se ubica esta 'parroquia', cedido por el Ayuntamiento, es de 2.500 metros cuadrados. En 200 de estos se han instalado casetas prefabricadas de las que Miguel Ángel ha hecho la parroquia de cientos de ciudadanos, residentes tanto en la zona de Hipercor, como en otros puntos de la ciudad.

Tres feligreses comprometidos se pusieron manos a la obra meses atrás en la elaboración de un proyecto de parroquia, edificio que sustituirá al actual. "Ahora estamos estrechitos pero funciona todo lo que tiene una parroquia. Parece que así es más familiar. Pero necesitamos más espacio. Muchas veces estamos incómodos", asegura el párroco.

Salud Vázquez-Reina, Belén de la Cuadra y Juan Lahuerta Casanova, han elaborado, de forma totalmente desinteresada, un anteproyecto de lo que será esta nueva parroquia. "Los domingos cuando veníamos a misa oíamos la inquietud de Miguel Ángel por tener una parroquia nueva. Siempre habíamos tenido la ilusión, como arquitectos, de hacer el proyecto de una iglesia. Algo bonito. Y decidimos ofrecernos. Nuestro compromiso como cristianos nos lo pedía, además de la ilusión como arquitectos. Nuestra propuesta fue aceptada", cuenta Salud.

La parroquia consta de dos fases. Una primera, en la que se engloba el templo para unas 400 personas, y una guardería de niños para que pequeños y padres puedan disfrutar de la misa sin molestar. Un espacio insonorizado, con un gran ventanal para seguir la eucaristía, altavoces, e incluso aseo. "Los padres pueden controlar a los niños sin que se generen molestias, y a la vez, aprenden desde pequeños a comportarse en misa", apunta Belén. Dentro del mismo templo habrá otra pequeña capilla, del sagrario, para misas diarias con un espacio más reducido, para unas 50 personas. También se hará un coro con usos múltiples o espacio polivalente y un columbario, soterrado, para depositar cenizas. No hay que olvidar la torre, con el campanario, que será visible desde distintos puntos de la ciudad. Todo esto estaría en un mismo edificio, al que se entraría a través de un patio proyectado como espacio de encuentro de los feligreses en la entrada y salida de las misas. A esta primera fase iría anexa el prefabricado actual, que se utilizaría de forma temporal como salones parroquiales. La segunda fase significaría que hay dinero y por tanto, la eliminación total del prefabricado. Aquí se incluyen los salones parroquiales y la casa del párroco. Todo este anteproyecto cuenta con estudios tan concretos como la luz, es decir, cómo y cuánta debe ser proyectada hacia el altar, la pila bautismal, la cruz, etc., entre otras especificaciones.

El objetivo es que el día 29 de junio de 2008 estén las excavadoras en el solar. Para ello es necesaria antes la aportación económica de entidades y feligreses. Y aunque ya están recibiendo ciertas donaciones, queda mucho para alcanzar el presupuesto inicial: cerca de 2 millones de euros. El sueño de Miguel Ángel Montero es poder dar en la nueva parroquia la Misa del Gallo de 2009.

"Ojalá un gran número de los católicos que lean este artículo hicieran una domiciliación de 10 euros mensuales, entonces mañana mismo empezamos las obras. No se trata de dar mucho, sino que mucha gente dé poco. Con una pequeña aportación de los que quieran contribuir, lo conseguiremos", subraya Miguel Ángel. "Yo -añade el párroco- tengo que ser sincero. Desde el aspecto más materialista ofrezco a las empresas y feligreses que dan sus aportaciones a entidades sin ánimo de lucro como la nuestra, la posibilidad de desgravaciones fiscales. Aparte está por supuesto, el cariño con que lo hagan".

Los arquitectos reconocen que la elaboración del proyecto ha sido más fácil al ser feligreses y conocer más de cerca las necesidades que tiene una iglesia. De este acercamiento surgió, por ejemplo, la idea de dotar a la parroquia de patio de entrada, como punto de encuentro al comienzo y al final de las misas. Fue la idea generadora de todo.

Cuando la parroquia esté acabada, la campaña de colaboración no terminará, "ya que la iglesia la tenemos que mantener los católicos. Así que lo importante es dar poco durante mucho tiempo", subraya Belén.

"Creemos que a la gente le gusta el inicio de una parroquia. La gente la hace suya. Ya pasó con la iglesia de Las Nieves, que al principio era una nave enorme. Su crecimiento se vivió con intensidad", comenta Salud.

"Esta parroquia está cargada de ilusión, en la que muchos de los protagonistas son gente joven. Trabajo y compromiso", comenta Miguel Ángel, mientras Juan añade que esta nueva iglesia "va a dar acogida a una zona en expansión de la ciudad, en la que se espera que vivan en los próximos años unas 25.000 personas". Justo en esta frase recuerda de nuevo el párroco que "menos golpes en el pecho y más cemento en el techo". "Es una reflexión -añade Miguel Ángel- un poco fuerte y es que para irse a tierra de misión no hay que irse a África. Nuestra tierra de misión tiene pan, pero muy poca fe. Hacen falta iglesias para atender las enfermedades espirituales. Yo, al final, lo que quiero es la parroquia que Dios quiera".

Miguel Ángel Montero, a quien le gustaría también crear una guardería católica en la zona, se ordenó en el año 2000, de la mano de Juan del Río. Ha estado varios años entre Roma y nuestra provincia. Ahora, ver nacer y crecer su propia iglesia "es una de las misiones más bonitas que se le puede encomendar a un sacerdote". Las personas que quieran colaborar pueden hacerlo en el número de cuenta de Cajasur: 2024 0403 61 3300052323.

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