semana de los mayores

"No quería el premio, no me siento 'viejo"

  • Manuel González es uno de los galardonados como ejemplo de 'envejecimiento activo'

  • "He conocido a ancianos de 40 años, yo no soy así, hay que moverse"

Manuel González, en el centro, tras recoger su placa el pasado viernes.

Manuel González, en el centro, tras recoger su placa el pasado viernes. / manuel aranda

Manuel González Revidiego es uno de los premiados en la Semana de los Mayores de 2017 que se celebra estos días con diversas actividades. Él opina, en cambio, que no merecía reconocimiento alguno. El Consejo Local del Mayor ha galardonado su labor en la asociación 'Cabezas de Familia' de Nueva Jarilla ("pero yo no soy 'mayeto'" -como se conoce a los colonizadores procedentes de Rota que fundaron esta pedanía cuando les expropiaron sus tierras para la construcción de la Base-, "yo estaba allí antes, en la Dehesa de Santo Domingo, una finca"). Y sobre todo su predisposición en el centro de San Benito para enseñar a los que peinan canas a leer y escribir. Gente que no tuvo ocasión antes y que mantienen la ilusión. "No es gran cosa, creo yo".

Pero no sólo por ello no se ve con ese premio. "Yo, a mis 73 años no me considero viejo, no lo soy", dice. "He conocido a gente con 40 años que ya eran ancianos, y yo no soy así". Manuel entre sus amigos es conocido como 'Revi'. Nació en Jerez pero poco después su familia se trasladó a Nueva Jarilla. "Mi padre era un 'buscavidas', siempre trabajaba de una cosa y de otra. Luego estuvo cultivando el maíz. Por eso a mí me han llamado 'El Maicero' de chico. Con siete años me iba al campo a darle de comer a los mulos, porque entonces se araba así". Hermano de otros diez, le echó tesón para aprender a escribir y hacer cuentas. "Nos dio una beca la marquesa de Bertemati, y cuando murió se acabó. Íbamos a Chiclana a un colegio". Tras pasar por diversos empleos y tener a su hija, le dijo a su mujer: '¿Qué hacemos cuando sea mayor y nos pregunte las cosas de la escuela?'". Se sacó el graduado escolar siendo padre y así se le abrió su gran puerta laboral. "Me lo saqué, seguí en el Bachillerato para mayores del Coloma y cuando salió una oposición para la Caja de Ahorros de Jerez la conseguí". Habría comenzado una vida de burócrata tranquila. "La diversión había que buscarla, no como ahora, que te vas un fin de semana a Marbella en el coche o llegas a Jerez sin problemas. Para ir a Jerez teníamos que andar 3 kilómetros a buscar el tren en La Parra". Por eso comenzó a moverse. Y a escribir. A organizar una vida social pedánea que 'Revi' dinamizó. A diferencia de aquellos 'cuarentones' que ya eran "viejos", como él mismo dice.

Finalizó en 2003 su vida laboran en la Caja y llegó el momento de plantearse qué hacer. Se pasó dos semanas tirado en el sofá "dándole vueltas a la cabeza. Eso es lo peor, la gente no está preparada para la jubilación. Lo primero que hice fue decirle a mi mujer que nos apuntáramos en gimnasia". Como había aprobado la Selectividad años atrás, estuvo a punto de estudiar Periodismo en Sevilla en 2006. "Era mucho lío, tenía que buscarme un piso y todo". La vocación por las letras ha marcado su vida. "Durante los años que trabajé en la Caja escribí muchos libros". Se trata de ocho volúmenes con poemas, relatos y alguna compilación de textos populares. "Los he editado yo. Un poema mío lo leí el viernes pasado, cuando me dieron la placa". No lo leyó, en realidad. "Bueno, me lo sé de memoria. Vi en la tele con esto de los catalanes que decían que los andaluces nada más que vivimos del paro y me enfadé". Aquí un extracto: "Pues señor, 'semos' nosotros / Nosotros 'semos', los 'mesmos' / los que comemos sardinas, / arenques y gazpacho fresco. / Sí. 'Semos' los andaluces, / un pueblo como otros pueblos, / con su alegría, sus penas, / su coraje y su cerebro. / Porque aunque digan, algunos, / que 'semos' unos 'fuleros', / no han 'tenío' que 'vení' / a ganarnos el sustento".

Ese 'semos' se repite en toda la declamación del viernes. "He escrito mucho, pero me dijeron que la poesía no la lee la gente y que no se iba a publicar". Estas palabras las escribió en el año 82. "Recuerdo que me tocó en una mesa electoral en el referéndum de la Autonomía. Martín Villa nos mandó de interventores a unos universitarios de Ávila. Estuve todo el día peleando con ellos. Porque aquí no sabían muchos leer o escribir, pero sabemos", dice. En la conversación, con la convicción que habla Manuel, uno podría pensar que estos abulenses acabarían quizás asintiendo al autonomismo, porque su parla y convicción dicen mucho de su personalidad. "Me acuerdo de que la UCD quiso que me metiera en política, y yo no es lo que he votado siempre. Y no, no me ha interesado nunca, porque yo siempre intento decir las cosas claras y no me habría ido bien de político".

La principalísima razón por la que Manuel ha sido galardonado es por su ejemplo del llamado 'envejecimiento activo'. "Yo me levantaba a las cinco de la mañana para dar de comer a los mulos de pequeño, y hoy me levanto a las siete". Y a pesar de haber sufrido un susto "oncológico", no deja de fumar. "Un paquete me dura tres días y medio, y si yo estoy feliz... Es que no pienso en cuándo me puede pasar, lo importante es que te pille feliz, contento. Tengo un poema sobre eso que termina diciendo que quiero que me recuerden como un hombre decente". Eso sí, que el día que pase, lo tiene todo atado. "La asociación que presido nació para pagar los entierros de los socios. Es sin ánimo de lucro. Es más barato, es una especie de 'mutua'". El año que viene dejará el paso a una nueva generación. "Y editaré un libro de los pregones de Semana Santa que he dado en peñas de Jerez y tal. Desde que estoy jubilado he escrito menos, pero porque he hecho muchas otras cosas, muchas cositas", remacha.

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