Jerez

La segunda juventud del sherry

  • El Consejo Regulador busca financiación para estudiar las causas de la estrepitosa caída de ventas en el Reino Unido, principal mercado del jerez en el que la prensa británica aprecia signos de recuperación

Numerosas citas literarias prueban la popularidad de los vinos de Jerez en el Reino Unido desde tiempos remotos, en firme competencia con el Oporto, al que sin embargo no logró superar en exportaciones hasta el siglo XVIII, para alcanzar su plenitud en el último tercio del siglo XX. Hay una referencia especialmente célebre del escritor y especialista en vinos Alexis Lichine, quien en clave de humor inglés afirmó a finales de la década de los sesenta que  “los españoles ponen mucho más cariño al Jerez que los portugueses al Oporto pero, en cualquier caso, quien se los bebe es el público británico”.

La victoria de la batalla legal del ‘british sherry’ (1967) coincidió con el inicio la edad de oro del jerez, cuyas exportaciones crecieron hasta finales de siglo una media anual del 7,5 por ciento, con el Reino Unido, que aglutinaba el 60% del consumo total, como principal destino, hegemonía puesta en peligro por el hundimiento de las ventas en los últimos años.

La estrepitosa caída en la última década, en la que el jerez se ha dejado por el camino casi la mitad de las botellas que salían de las bodegas del Marco con destino al mercado británico, que aún así se mantiene por encima de los 12 millones de litros, tiene causas y explicaciones muy diversas, que el Consejo Regulador quiere identificar para poner freno a la sangría del país que le sirvió de trampolín y al que debe gran parte de su fama mundial.

Pero el recorte presupuestario sufrido por la institución jerezana del vino, que prácticamente se ha quedado sin dinero para la promoción genérica de los vinos de Jerez, se han convertido en un obstáculo añadido, que se intenta salvar con la búsqueda de financiación externa para la realización de un estudio específico del mercado británico, similar al que se va a desarrollar a través del Plan Bahía Competitiva, en este caso para analizar la situación global y la imagen de los vinos de Jerez en los mercados, la falta de receptividad entre el público joven y profundizar en los gustos de los consumidores y sus preferencias.

A juicio del presidente del Consejo Regulador, Antonio Fernández, “No hay razones que expliquen la caída en los últimos años de los mercados maduros del jerez –Alemania y Holanda completan la terna de mercados tradicionales junto a Gran Bretaña–, en particular la registrada en Reino Unido en la última década”, de ahí que la institución “se plantee hacer un estudio serio para saber qué quiere el consumidor y por qué no llegamos a los jóvenes”.

Sin embargo, el propio Fernández admite que la falta de presupuesto del Consejo tras el tijeretazo aplicado a las cuentas por la crisis estructural que atraviesa el sector “está afectando en todo, y no sólo en la promoción”, una de las patas fundamentales de la actividad de la institución.

Los vinos de Jerez no han tenido un buen arranque de año en lo que a ventas se refiere, y el Reino Unido, que acumula casi un 10% de caída interanual hasta abril,  no es ninguna excepción a la norma, aunque tampoco es el peor.

El descenso de las salidas de bodegas hacia Gran Bretaña contrasta con las últimas informaciones sobre los caldos jerezanos de las que se hace eco la prensa británica, en las que se habla de una segunda juventud de los vinos de Jerez, un rejuvenecimiento o resurrección, que guarda estrecha relación con la ‘revolución gastronómica’ que arrasa en el país.

El ‘Daily Telegraph’ daba cuenta a finales de 2010 del creciente interés despertado en Reino Unido por el jerez, información que avalaban los resultados de ventas en los almacenes de Mark & Spencer del último año, en el que los caldos jerezanos experimentaron un repunte del 18%.

El rotativo también subrayaba, en función de los datos facilitados por la cadena de almacenes, que el aumento es especialmente significativo en el rango de los consumidores más jóvenes y lo vinculaba directamente a su consumo acompañado de tapas. 

Efectivamente, los bares de tapas están de moda en Londres y, en este segmento, se encuadran los ‘sherry bars’ que han proliferado en la capital inglesa desde la apertura del ‘Bar Pepito’, proyecto común del restaurador Richard Briggs y la firma bodeguera González Byass y al que el ‘Financial Times’ situaba a mediados del año pasado entre los tres mejores establecimientos de nuevo cuño de la capital londinense.

Numerosas publicaciones especializadas coinciden con el momento dulce que atraviesan los maridajes entre las tapas españolas y los vinos de Jerez, motivo central de la oferta de los ‘sherry bars’ y otros establecimientos hosteleros, en los que no solamente base su renacimiento el jerez, que según el ‘Daily Telegraph’  también es patente entre los minoristas, que han revisado su oferta de finos, caso de Tesco y Waitrose, incrementando el número de referencias y hasta los formatos en los que se comercializa.

Los medium, cream, pale cream..., vinos dulces o abocados que acaparaban las exportaciones, en particular en Reino Unido, dejan paso a los vinos clásicos de Jerez, los finos, olorosos, amontillados y palos cortados, para los que se abre una nueva oportunidad, la de reconquistar el siempre agradecido mercado británico.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios