Se cumplen siete años de aquella salida extraordinaria de la Virgen del Socorro a las calles jerezanas. Aquel gran acontecimiento ocurrió el dos octubre de 2010 y tuvo como fin celebrar sus cuatro siglos de vida devocional entre los jerezanos. Ahí es nada. Recuerda la retina de los cofrades que la bellísima imagen de la Virgen lució aquel día un manto de la hermandad del Nazareno de Villamartín, quintaesencia de hoja ancha de finales del siglo XIX de las hermanas Antúñez.

Los buenos cofrades de la Viga trabajaron duro para que en esos días el palio de la Señora estuviera magníficamente exornado, preparado con la Catedral jerezana a la espera de lo que fue una tarde para el recuerdo de todos los jerezanos. Hoy recordamos que ocurrió hace siete años. Y vivirlo para no recordarlo carece de sentido. Posiblemente, con la proliferación de tantas procesiones y aniversarios, la memoria flaquea y resbala con facilidad. Es por ello por lo que ocurre que no se recuerda si fueron cinco, quizá seis, o siete años de aquel momento.

La puerta del Socorro del alcázar jerezano toma este nombre gracias a la Virgen

Habría que destacar que se colocó en honor a esta bonita advocación un azulejo conmemorativo en la plaza de la Yerba, lugar donde la leyenda le atribuye el milagro de la detención de un toro bravo escapado de unos festejos y que la Santísima Virgen paró y dominó como convirtiéndolo en un noble perrillo. De ahí, la advocación de Socorro que tiene, incluso, hasta su puerta en el alcázar jerezano. Estrechez que se abre justo donde comienza la calle Armas y que desemboca en el cruce con la calle Conde de Bayona. Aquella salida es denominada como 'la puerta del Socorro', pues durante siglos la Virgen habitó en el antiguo convento agustino que se encontraba frente a dicho emplazamiento de la fortificación de la época almohade.

El consistorio municipal, reunido en pleno extraordinario, el concedió a la Virgen del Socorro la Medalla de Oro de la ciudad. Y se le impuso dicha distinción a la llegada de la Virgen a la plaza de la Asunción en aquella procesión que ahora recordamos.

La Virgen del Socorro es una antigua imagen de principios del siglo XVI. Se desconoce la autoría de la misma. Su hechura primitiva era de Virgen de Gloria, siendo reconvertida en Dolorosa hasta la actualidad y llegando a ser titular de la hermandad de la Viga.

El artista jerezano Francisco Pinto Berraquero le hizo unas manos nuevas en una restauración llevada a cabo en los años setenta y, junto a Manuel Prieto, se le colocaron pestañas, lágrimas y veladura con una suave patina de óleo.

Curiosamente, su paso de palio, sirvió en la jornada de ayer para que la Virgen de los Dolores de la Barca saliera en procesión extraordinaria, imagen cuya autoría corresponde al jerezano Manolo Prieto.