Jerez

Del sueño circense de un niño a la aventura de la colectividad social

  • Luis Álvarez se acerca a la historia de la utópica Ciudad de los Muchachos desde la visión de su hermano, que fue payaso del circo

  • Cuenta con ilustraciones de Moisés Caballero

Los autores de 'Padre ¿cuánto cuesta ser payaso?' Luis Álvarez González y Moisés Caballero López.

Los autores de 'Padre ¿cuánto cuesta ser payaso?' Luis Álvarez González y Moisés Caballero López. / Vanesa Lobo

érase una vez un niño llamado Fernando Álvarez González que siempre quiso hacer reír a los demás. Cierto día, el famoso Circo de los Muchachos llegó a Jerez y él, ni corto ni perezoso, se coló en la carpa, se acercó al clérigo director del circo, el padre Silva, y le preguntó: "Padre, ¿cuánto cuesta ser payaso?''.

Así comienza la historia del artista conocido como el Payaso Pancracio, que lleva toda una vida llevando alegrías a los niños con giras por África, Sudamérica, Australia, Estados Unidos o China. Tras dos años de investigación, Luis Álvarez González, su hermano, ha publicado en la editorial Círculo Rojo la historia de este artista. Para el libro ha contado con la ayuda del diseñador y colaborador Moisés Caballero López.

Luis Álvarez afirma: "No se trata de una biografía ni de una novela dramática sino que presenta un formato mixto, a medio camino entre el relato, la conversación teatral y las memorias, todo ello salpicado de extractos de conversaciones y publicaciones de redes sociales y aplicaciones móviles de comunicación''.

Por encima de su forma, Padre, ¿cuánto cuesta ser payaso? plantea una reflexión sobre lo que significó la antigua Ciudad de los Muchachos. Ubicada en una finca de Benposta (Orense), fue una utopía educativa de autogestión asamblearia dirigida por niños, con niños y para niños, y que tuvo un eco internacional en países como Colombia, Nicaragua y Mozambique.Sin apoyos, el joven padre Silva impulsó, que no creó, una pequeña asociación de niños gallegos hasta llevarla a ser una ciudad entera que acogía a pequeños de todo el globo y de toda clase social que ejercían todas las labores que podrían desempeñar en una ciudad adulta. Burocracia, banca y artesanía configuraban la estructura de esta colectividad que era famosa por su Circo de los Muchachos, compuesto por niños artistas de gran talento que entrenaban durante horas con una disciplina propia de profesionales circenses.

Luis Álvarez González ejerció durante ocho años como director del Banco de Benposta a cambio de que el padre Silva le pagara la carrera de Magisterio. Confiesa que fue una etapa feliz y que la Ciudad de los Muchachos funcionaba a la perfección. ''Era un oasis de democracia en una nación marcada por la dictadura'', confiesa.

Benposta fue el hogar de miles de niños y la escuela donde numerosos artistas circenses aprendieron las bases de su oficio. Desde entonces el Payaso Pancracio "ha llevado desde entonces a Jerez y Benposta en su corazón'', confiesa el autor.

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