El cine y la televisión han encontrado un filón con llevar los superhéroes de los cómics a su terreno, y todos los niños y niñas sueñan con poderes y pueden llegar a pensar que ser algo, que ser válido, que valer de verdad es cosa de ciencia ficción. Sin embargo los superhéroes están aquí a nuestro alrededor y, afortunadamente, la literatura infantil y juvenil viene a poner los puntos en las íes al respecto.

Y lo pueden afrontar directamente, llamándolos por ese nombre, o de una manera indirecta, sin tener que hablar de ello pero, al final, reconociendo ese auténtico poder no sobrenatural que se llama dedicación, esfuerzo, sentido de la solidaridad, responsabilidad,… y todos esos valores que convierten en superhéroes y superheroínas a personas de carne y hueso y de todos los días.

Cuatro títulos tenemos aquí muy recientes que nos van a poner los pies en la tierra y son verdaderos homenajes a estos "otros superhéroes. Curiosamente dos van a pasar del héroe de fantasía a la persona real y próxima, y dos van a tratar de buenos trabajadores recompensados al al final de la jornada… ¡Y ambos carteros!

Max y los superhéroes, de Rocío Bonilla y Oriol Malet. Algar Editorial. Un estupendo y generoso álbum donde Rocío Bonilla pone el texto y las ilustraciones y pide la colaboración de Oriol Malet para recoger a los superhéroes de cómic aludidos, con otro estilo de ilustración (rótulos, tramas, figuras recortadas,…). Con ello el protagonista, después de hablarnos de su afición a estos personajes, se pronuncia seguidor de Megapower y sus poderes, que poco a poco se van a ir descubriendo como tareas paralelas a las que hace su auténtica protagonista: su madre.

Superhéroe. Manual de instrucciones, de K. Dempsey il. de Mark Fearing. Ediciones Anaya. Divertidísimo libro que camina entre el cómic y el álbum ilustrado, con bocadillos, onomatopeyas, escenas organizadas en viñetas… y los títpicos personajes en historietas de humor: cabezones y superexpresivos. Pues bien, es un manual para hacerse superhéroe (solo hay que seguir los pasos) o, dado lo más que difícil que resulta, descubrir a algún superhéroe que estaba ahí al lado y a quien se le había incluso rechazado. Una encantadora imagen final con un letrero arreglado en el que se puede leer ahora "Las hermanas molan", cierran este libro que hay que volver a abrirlo inmediatamente para volver a disfrutarlo.

Una última carta, de A. Papatheodoulou il. de I. Samartzi, Editorial Kalandraka. Este libro se ha alzado con el IX Premio Internacional Compostela para álbumes ilustrados. La historia es la de un cartero de una isla mediterránea (sabor griego por todas partes) que reparte su última carta antes de jubilarse llevándola a un destino sin destinatario, un rincón deshabitado donde le esperan todos los vecinos para agradecerle todo el trabajo hecho. Un premio a la dedicación y el bien hacer plasmado en cuarenta páginas, y las deliciosas guardas, donde el collage y las metáforas visuales le dan un sello muy personal sobre los suelos claros y los cielos celeste que junto al entrañable diseño del protagonista conforman un delicioso libro.

Cartas en el bosque, de Susanna Isern il de Daniel Montero Galán, Col. Papel de Piedra, Ed. Cuento de luz. De nuevo un cartero, aunque esta vez todo es una metafórica sociedad bienavenida representada por los animales del bosque. Y si se llevan tan bien es precisamente por este personaje que noche tras noche escribe las cartas que van acercando a unos con otros donde se piden disculpas, se dan invitaciones, se evitan las molestias,… Cuando es descubierto por sus vecinos del bosque, estos le escriben una carta que emocionado abre para leer el agradecimiento de todos que luego se transforma en un enorme abrazo. Un cuento cálido de contenido a lo que contribuyen los colores del ilustrador y las formas, ante todo, amigables y detalles (como el toque de ropa a cada animal) que lo hacen al libro muy próximo al lector.