Testimonio

El susto de un atentado esperado

  • El jerezano Francisco Muñoz estaba a unos 50 metros del lugar donde el pasado viernes se perpetró el atentado de Estocolmo

  • "Siempre había pensado que esto podía ocurrir"

"A 50 metros de donde ocurrió hay unos grandes almacenes deportivos, donde yo había entrado. En el momento en el que estaba allí, a los 5 minutos de entrar, veo que hay una avalancha de gente entrando hacia donde yo estaba, al fondo del local. En un primer momento pensé que era algo relacionado con la tienda, que habían robado o algo, pero poco después, en un mili segundo, pensé que era un atentado". Es el relato de Francisco Muñoz, productor de televisión jerezano, que vivió de cerca el pasado viernes el atentado perpetrado por Rakhmat Akilov en Estocolmo. El uzbeko arrolló con un camión a casi una veintena de personas en la capital sueca, dejando un total de 4 muertos y 15 heridos.

En el momento del suceso, Muñoz, que se encuentra aún en la ciudad sueca de vacaciones, no escuchó nada, a pesar de estar muy cerca de lo ocurrido: "Yo en ese momento ni lo sentí ni lo vi". Dentro de la conocida tienda de deportes, un seguridad les advertía en sueco que debían abandonar el local por la puerta lateral: "A partir de ahí vimos sirenas, gente corriendo, los cuerpos con mantas encima...".

Pero en un primer momento, el jerezano reconoce que no era consciente de lo que ocurría: "Hasta ayer no me entró esa sensación de duelo. En ese momento solo piensas en alejarte del centro. En irte del lugar. Tú ves a todo el mundo parando taxis, queriendo irse, buscando un autobús". De hecho, ese era el consejo de las autoridades locales, marcharse, pero en Estocolmo se había cortado el transporte público y se habían cerrado los puentes que conectan las diferentes islas que componen la ciudad.

Francisco Muñoz volvió ayer al lugar donde ocurrió el suceso. Piensa que Estocolmo tampoco ha notado tanto lo ocurrido después del caos: "La verdad es que la ciudad no ha cambiado mucho. No he notado especial miedo. No sé si será el carácter sueco y tal, que lo interiorizan más". "Por casualidad, ahora mismo he pasado y he estado por allí, porque he dicho, bueno a ver...", relataba el jerezano ayer antes de exponer: "Es una mezcla entre curiosidad y miedo al pasar por el centro comercial Ahlens. Cuando llegué allí había un minuto de silencio, todo el mundo llevando flores... Además, me ha sorprendido mucho también que la gente aquí le da el pésame a los policías, en los coches les colocan flores y demás".

En el momento del suceso, se puso en contacto con sus familiares para decirles que todo estaba bien. "Les sorprendía en las notas de voz que les enviaba por Whatsapp lo fuerte que se escuchaban las sirenas", afirma Francisco Muñoz, que reconoce que los más mayores le pidieron su vuelta, pero los jóvenes tenían un parecer diferente: "Yo resido en Madrid y la verdad es que siempre había pensado que esto podía ocurrir. Lo que no pensaba era que me cogería aquí".

La coherencia y la crítica después de haber vivido tan de cerca el atentado, también asombran de este jerezano, que cinco minutos antes había caminado por el lugar donde el camión arrolló a una veintena de personas. Entrega una lección de tolerancia: "Somos muy responsables de lo que está ocurriendo. Estamos haciendo guerras económicas con países más pobres y tiramos bombas allí. A mí lo que me da pena es que esto crea una psicosis hacia el inmigrante y hacia el diferente en los países occidentales".

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