El Tribunal Económico-Administrativo Regional de Andalucía (Teara) ha resuelto anular los nuevos valores catastrales de casi una decena de inmuebles jerezanos, decisión contra la que cabe la posibilidad de recurrir ante la sala de los Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), pero que llena de esperanza a los representantes vecinales que impulsaron la tramitación de más de un millar de reclamaciones sobre las que debe pronunciarse el órgano dependiente del Ministerio de Economía y Hacienda.

De hecho, un portavoz de las asociaciones de vecinos de la zona norte que abanderan las reclamaciones administrativas explicó ayer a este periódico que los primeros casos -resueltos por el Teara por el procedimiento abreviado al tratarse de inmuebles con menos de 72.000 euros de base imponible- confirma la posibilidad de impugnar por via indirecta la ponencia de valores en la que se basó la revisión catastral del término municipal, aumentando las opciones de éxito en las reclamaciones tramitadas por el procedimiento ordinario y que se basan, principalmente, en la falta de motivación de la ponencia de valores.

Las primeras resoluciones ponen de manifiesto las muchas irregularidades que marcaron la revisión catastral, ya que en los casos observados se alude a un defecto de forma en los expedientes presentados por el Catastro, que no incluyó inicialmente información relevante a la que, al tener que presentarse las alegaciones en los procedimientos abreviados en el mismo momento de anunciar la reclamación, los contribuyentes no pudieron tener acceso.

Los representantes vecinales confían en que los fallos para el resto de reclamaciones, que se verán por el procedimiento ordinario, sean igualmente favorables a los intereses de los contribuyentes, si bien puntualizaron que las resoluciones recibidas sólo serán firmes una vez agotado el plazo de dos meses sin que ninguna de las partes recurra al alto tribunal andaluz.

En este supuesto, los nuevos valores catastrales de los nueve inmuebles a los que atañen las primeras resoluciones del Teara quedarían sin efecto, y entre el abanico de soluciones el portavoz vecinal apuntó que la más probable es la restitución de su valor anterior, el que tenían en función de la ponencia de valores de 1986.

En caso contrario, es decir, que se abra la vía del contencioso-administrativo, el proceso entraría en una nueva etapa que podría demorar meses, e incluso años, la solución final, que pasaría a estar en manos del TSJA.

Desde las asociaciones de vecinos de la zona norte advierten, no obstante, de que si finalmente impera la decisión de anular los valores impugnados, se generaría una situación de "agravio comparativo" -que en realidad no existe, pues todos los ciudadanos han tenido posibilidad de reclamar-, ya que la aplicación de la resolución sería individualizada, luego sólo beneficiaría a los contribuyentes que presentaron reclamación.

En otras palabras, en una misma urbanización o bloque, puede darse la circunstancia de un vecino que haya reclamado y se le aplique el valor anterior, mientras que otro, con una vivienda similar, que no recurriera a la vía administrativa tendrá que seguir tributando por el nuevo valor catastral, que de media triplica al que regía antes de la revisión.

La única forma de evitar este agravio sería pidiendo el Ayuntamiento la anulación de la ponencia en su totalidad, algo que según el mismo portavoz, "la alcaldesa, Pilar Sánchez, tenía que haber solicitado en su día, cuando dio el visto bueno a la ponencia en lugar de defender los intereses de los ciudadanos, que se ven completamente indefensos frente a procesos administrativos muy complejos y frente a los que apenas tienen tiempo de reacción".