La delegación de Medio Ambiente decidió ayer cerrar los parques y el Zoobotánico por precaución en tanto en cuanto se mantuviera el riesgo de caídas de árboles y ramas. El parque González Hontoria fue el que más sufrió los efectos del fuerte vendaval, dejando tras de sí enormes árboles arrancados de raíz y otros tronchados. La delegada de Medio Ambiente, África Becerra, visitó las zonas afectadas y pudo comprobar in situ la magnitud de los hechos, llegando a hablar incluso de "tornado".
Tras la clausura de los parques, efectivos del departamento de Arbolado Urbano se pusieron manos a la obra para evaluar la situación y proceder a la retirada de las ramas y los árboles caídos.
Por su parte, los bomberos se ganaron ayer el sueldo, con más de cuatro decenas de salidas entre las 12 y las 15 horas.
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