Nico Sosa había pedido intensidad y concentración y avisó del peligro del Melilla en todas las jugadas a balón parado. El míster no debió emplear ni el lenguaje de Cervantes ni el de Shakespeare, ya que sus jugadores salieron igual que frente al Sangonera Atlético, es decir, con una empanada mental considerable. El Jerez Industrial ya perdía a los dos minutos. Y a los cuarenta el partido quedaba visto para sentencia con un 0-3 tan inapelable como abultado.

El Melilla se adelantó en el minuto dos. Fue, como en sus otros dos goles, en jugadas de estrategia. Migui sacó una falta lateral -que en realidad no hubo ya que Bornes sacó limpiamente el balón-, Alberto salió de forma defectuosa llevándose por delante a Carlos Ruiz y el rechace le caía a Povedano. Del resto de la defensa no hubo noticias.

Como ante el Sangonera, al Industrial le tocaba remontar desde bien pronto. Lo intentó, pero el Melilla no es el Sangonera. Los norteafricanos son líderes por algo y defensivamente apenas pasaron por apuros en la primera mitad mientras que arriba Chota se peleaba con Bornes.

El segundo fue la viva imagen del desquiciamiento que ayer tuvo la defensa local en la primera parte. En una nueva falta, Zamorano remataba al larguero y en el rechace a D'Jily no se le ocurrió otra que intentar sacar el balón de chilena, haciendo la tijera sin contactar de forma limpia con el balón. Chota saludó el regaló enviando el balón al fondo de las mallas.

El gol hizo muchísimo daño al cuadro local, que sólo dio señales de vida en el 36' en una doble oportunidad de Bornes. El central sevillano primero remató de cabeza un excepcional centro de Benítez. Cuando ya se cantaba el 1-2, Dorronsoro voló para sacar el balón a córner. El propio Benítez puso en juego el saque de esquina y de nuevo Bornes, esta vez con la pierna derecha, pudo marcar, encontrándose de nuevo al meta melillense.

Sin solución de continuidad llegaba el 0-3 en otro esperpento de D'Jily. El senegalés se lió, trató de salir de la presión de tres contrarios siendo el último jugador y cometió una falta que además le costó una amarilla por la que deberá cumplir sanción la próxima semana en Marbella. Además cometió otro error todavía más grave al desentenderse del balón. Migui sacó rápido y Jonay, dentro del área y sin oposición encajó el balón en la escuadra de Alberto.

Nico Sosa esperó unos minutos antes de hacer su primer cambio. Para entonces, Chota podía haber hecho el cuarto, pero su remate fue muy forzado. Vázquez también tuvo un remate de cabeza que no dirigió a portería en el primer aviso de los locales en la segunda mitad.

Cowley sustituyó a un desdibujado Carrasco y el juego del Industrial mejoró sensiblemente en la segunda mitad, aunque Valtierra se quedó muy solo en ataque peleando con toda la defensa melillense.

También a balón parado llegó el tanto local. Benítez sacó la falta desde el lateral izquierdo melillense, Dorronsoro no supo atajar un balón que le botó justo delante y aunque llegó a tocar D'Jily aprovechó el rechace para marcar el primer y único gol para su equipo.

El Industrial se vino arriba y tuvo sus mejores minutos de juego. Benítez pudo acortar distancias pero Povedano estuvo rápido y tapó su intencionado disparo. Y entonces emergió de nuevo la figura de Dorronsoro para salvar al Melilla de posibles apuros. El meta sacó una mano espectacular a Woolfe, quien buscó con mucha intención el contrapié del portero visitante. La respuesta del meta fue contundente ya en el descuento en una falta que lanzó Valtierra con potencia y buscando el palo derecho del Melilla. Dorronsoro de nuevo evitó el segundo.