La esquina

José Aguilar

jaguilar@grupojoly.com

Fuego amigo contra Cristina

Que recuerde a Monedero: al no presentar el supuesto informe, todos pensaron que el dinero de Chávez era para Podemos

Tenía que pasar. La carrera hacia el estrellato de la presidenta de Madrid, Cristina Cifuentes, era tan meteórica que se había convertido en una amenaza (hasta para Rajoy). Su popularidad y buena imagen, impulsadas por una gestión solvente y ajena a la corrupción del PP madrileño, le hacían parecer imparable. Quizás por eso han decidido pararla.

Las denuncias infames de un personaje tan siniestro como su compañero de dirigencia en el PP y en la comunidad autónoma Francisco Granados no han logrado inundarla de sospechas, de modo que alguien le ha encontrado un flanco débil más consistente: las presuntas irregularidades en el máster que Cifuentes hizo años atrás en la Universidad Rey Juan Carlos. El caso puede ser el talón de Aquiles de una política brillante y tal vez llamada a un liderazgo nacional. Su sepultura.

Por los datos objetivos y por la reacción de la protagonista. Lo primero: hay dudas sobre los hechos denunciados por un periódico digital. El propio rector de la Rey Juan Carlos, que se había apresurado a exculpar a Cristina Cifuentes (todo habría sido fruto de un error informático), anunció el jueves una investigación reservada para aclarar esas dudas y delimitar las posibles responsabilidades. El tribunal examinador del trabajo de fin de máster de la presidenta de Madrid no cumplía los requisitos legales y la intervención de una funcionaria de otro campus en la rectificación de las notas fallidas de CC en dos asignaturas del máster no deja de ser extraña.

Lo segundo: Cifuentes no ha dado la cara con prontitud y rigor, como si no estuviera muy segura de su "inocencia". Dio, o dieron en su nombre, versiones contradictorias, y se ha negado hasta la hora en que escribo a presentar su trabajo del máster alegando que se ha mudado varias veces de casa. Pero lo tiene más fácil: que autorice a la Universidad a hacerlo público. Con este gesto desmontaría de un plumazo casi todo el caso. Se acabaría en buena parte la persecución que dice padecer. Y que recuerde lo que le pasó a Juan Carlos Monedero y la supuesta financiación de Venezuela a Podemos. Monedero no publicó el informe que decía haber elaborado y hasta hoy nadie se ha creído que aquel dinero de Chávez era para pagar un trabajo de experto, sino para montar el partido podemita.

Eso, más la inagotable envidia nacional más la venganza del fuego "amigo" -el peor posible-, explica que que Cristina Cifuentes tenga un problemón. ¿Definitivo?

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios