A la sombra de los olmos

Leonarda

  • El refuerzo de la educación en valores es imprescindible entre las acciones y medidas para evitar nuevos casos

Me declaro impactado al haber conocido en un medio de comunicación las palabras de Leonarda, una mujer que vio cómo su nieta de 9 años y su nuera morían asesinadas, decapitadas y tiradas a un pozo por la pareja de esta última. Leonarda dice: "Mi vida terminó. Soy una muerta en vida. Mi vida es un infierno. Deseo que se haga justicia".

El juez ha condenado al asesino a 37 años de cárcel, pero al parecer se niega a considerar que había delito por comportamiento continuado de violencia machista a pesar de las peticiones de la Fiscalía y la Abogacía del Estado y ha impedido al jurado popular emitir un veredicto por este delito porque entiende que no hay pruebas de violencia machista.

La indignación de Leonarda tiene que ver con el hecho de que aunque denunció seis meses antes del doble crimen el comportamiento de violencia machista del compañero de su nuera, sin embargo no le hicieron caso y se produjeron los dos asesinatos. Y ahora, la sentencia no aborda ese comportamiento de violencia machista a pesar de que Leonarda tenía cartas de su nuera en la que le pedía que le librara de este hombre a ella y a su hija; le pedía que les salvara porque temía por sus vidas.

Es tremendo, porque Leonarda, una dominicana emigrada a España perdió a su hijo asesinado en un atraco y con esos golpes injustos de la vida, nos da un ejemplo ejemplar ya que seguirá dando la batalla en los tribunales y va a recurrir esta sentencia.

Estas son las noticias que se caracterizan por generar un enorme malestar con la justicia porque, aunque pudiera haber argumentos jurídicos que expliquen la actuación judicial, tal como las conocemos hacen incomprensible para la ciudadanía el funcionamiento de los tribunales.

El caso pone en evidencia también la necesidad de revisar a fondo el funcionamiento de los dispositivos públicos que tienen la misión de proteger a las víctimas ante el primer signo de violencia machista. De hecho, hasta el Consejo General del Poder Judicial admite ahora en este caso el error de la justicia con consecuencias fatales.

Es un caso más de los muchos que hemos conocido y que expresan una situación insostenible ante la que tenemos que reaccionar para que se pongan todos los medios necesarios y se adopten las medidas más eficaces que eviten nuevos casos. Entre todas las acciones, el refuerzo de la educación en valores es imprescindible.

Mientras tanto, Leonarda y todas las familias de las víctimas, tienen toda mi solidaridad y mi cariño.

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