Guayaberas cubanas

Ahora en Cádiz un grupo se ha unido para usar la prenda. Tendrían que gestionar la incorporación del alcalde

Cuando llegaron a Cádiz, a las guayaberas, por razón de su procedencia, se las llamaba "cubanas" o "cubanitas". Hoy la referencia a su origen ha desaparecido y se les llama guayaberas a esa prenda informal, cómoda y fresca. Puede resultar elegante y se usa en los climas cálidos, dentro del protocolo y así la han usado los reyes de España y los presidentes de repúblicas hispanoamericanas, en actos solemnes. La primera que yo vi, la había traído de Cuba mi tío Miguel Dávila, con ocasión de un viaje que había realizado para ocuparse de intereses familiares expropiados por Fidel Castro y de los que nunca vieron un solo peso. Aquí, en Cádiz, las primeras ya confeccionadas se vendían en Vicente Moral, al principio de los años 60 del siglo pasado. Estaban muy bien hechas, solo con el inconveniente de que estaban confeccionadas en tergal, una fibra sintética de poliéster, muy resistente, que se planchaba con facilidad, pero como todas esas fibras, acumulan energía estática y lo que es peor, retienen el sudor corporal y sus malas consecuencias.

Más adelante, en Jerez, Sevilla y Madrid, algunos camiseros, confeccionaron prendas artesanales. Todas respondiendo al mismo patrón: mangas largas, 4 bolsillos, cada uno con un botón y su ojal y a todo su largo, las alforzas, pliegos paralelos, en sentido vertical. Aquí entró la inventiva, porque aunque el patrón era idéntico, se confeccionaban en popelín de color azul celeste, mil rayas, etc. Aunque he visto fotos de Hugo Chaves, con una de color rojo, sangre de toro, aquí no llegó esa moda. Como decía, con el respaldo entonces de Alberto de Mónaco y más tarde con el de los reyes de España, podía usarse de noche y en actos solemnes, exclusivamente las de color blanco. Pese a ello, aquí en Cádiz, algunos elegantes, se resistían a usarla, como Fernández Palacios, del bazar "La llave", que iba al Casino, con su bien cortado traje de gabardina y por supuesto, con camisa y corbata y nunca consintió en ir en pijama, como él decía.

Ahora en Cádiz un grupo de personas se han unido para usar esta prenda y creado una "real orden de la guayabera", cada día con más adeptos. Tendrían que gestionar la incorporación del alcalde, al que vemos en la foto de la exposición del Diario, haciendo honor a su mote de Kichi, con una camisa blanca, fuera de los pantalones, desabrochada, las mangas remangadas, zapatos sin calcetines y que contrasta demasiado con la cuidada vestimenta de las personas principales con las que fue retratado. Parece que a nuestra primera autoridad municipal le hubieren llamado cuando estaba en la playa, sin tiempo para cambiarse.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios