El Betis volverá a jugar en Europa la próxima temporada, y lo hace con la mayor ilusión posible de cara a un año exigente en el que disputará tres competiciones (Liga, Copa y Liga Europa). Y para afrontarlas con la mejor garantía posible, Lorenzo Serra Ferrer y Quique Setién continúan configurando la plantilla bética para el curso 2018-19, conociendo además el vicepresidente deportivo, por su propia experiencia como entrenador verdiblanco, la dificultad que eso supone. Y en este sentido, los de Heliópolis no deben obviar su historia cada vez que han participado en competiciones por el Viejo Continente, pues ésta consta de flojas clasificaciones ligueras, incluyendo la pérdida de la categoría, de ahí que el balear y el cántabro deseen dar un paso adelante para que el Betis crezca reforzando el actual plantel, donde existe ya una buena base, con varios futbolistas de nivel importante para competir al máximo en cada uno de los torneos de la campaña venidera.

La afición bética, en un partido de la última participación en la Liga Europa.

La primera vez que el Betis fue a Europa se produjo en la temporada 1963-64, quedando tercero en la Liga para disputar la Copa de Ferias. La temporada siguiente (64-65), los verdiblancos quedaron duodécimos en la Liga y fueron eliminados en treintaidosavos de final a manos del Stade Français Paris, y en la 65-66 llegó un nuevo descenso a Segunda División. La siguiente participación europea la logró el Betis en la campaña 1976-77, quinto en la Liga y campeón de la primera Copa del Rey, y el curso siguiente (77-78) llegó a cuartos de la Recopa, tras eliminar a Milan, Lokomotive de Leipzig y caer ante el Dinamo de Moscú, y en Liga descendió. El Betis volvería a clasificarse para jugar por el Viejo Continente en la campaña 1981-82, siendo sexto en la Liga, y en la temporada siguiente (82-83) fue eliminado en treintaidosavos de final de la Copa de la UEFA por el Benfica y acabó undécimo en la Liga. En la 83-84, el conjunto bético quedó quinto en la Liga y fue a la UEFA, y en la campaña siguiente (84-85) cayó en treintaidosavos a manos del Universitatea Craiova y fue decimocuarto en la Liga.

Una década después, el Betis volvería a clasificarse para la Copa de la UEFA de la mano de Lorenzo Serra Ferrer, tras haber quedado tercero en la campaña 94-95. El curso siguiente (95-96), el cuadro heliopolitano cayó en octavos ante el Girondins y fue octavo en la Liga. En la 96-97, el Betis fue cuarto en la Liga y llegó a la final de la Copa ante el Barcelona, logrando el pase a la Recopa de Europa. La siguiente campaña (97-98), los verdiblancos cayeron en cuartos ante el Chelsea y en la Liga fueron octavos y lograron clasificarse para la UEFA. Ya en la 98-99, el Betis fue eliminado en octavos por el Bolonia y acabó undécimo en la Liga, descendiendo en la 99-00.

No volvería el Betis a lograr un billete para Europa hasta la temporada 2001-02, cuando acabó sexto y fue a la Copa de la UEFA. De este modo, en la 02-03, el cuadro bético cayó a manos del Auxerre en dieciseisavos y acabó octavo en la Liga. En la 04-05, en la segunda etapa de Serra Ferrer, el Betis acabó la Liga cuarto y se clasificó para la Liga de Campeones. Sin embargo, el curso siguiente (05-06) no pasó de la fase de grupos, después fue eliminado en octavos de la UEFA ante el Steaua de Bucarest y coqueteó con el descenso, acabando la temporada en el decimocuarto puesto. La dinámica negativa del conjunto bético lo llevó el descenso en la temporada 08-09. La última participación europea del Betis llegó tras ser séptimo la campaña 12-13 y lograr el pase a la Liga Europa. La temporada siguiente (13-14) llegó el descenso de los 25 puntos y la eliminación en el derbi europeo (octavos).

Así, la historia debe servir de aprendizaje para la próxima temporada, donde el beticismo, de la mano de Serra y la unión que existe entre Setién, la plantilla y la afición, sueña con seguir alimentando el deseo de un Betis campeón.