marcos ramírez. piloto de moto

El andaluz más veloz

  • El gaditano destaca en su primer año completo del Mundial y es octavo a 35 puntos del segundo

  • Dos cuartos puestos, sus mejores resultados

El andaluz más veloz

El andaluz más veloz / vanesa lobo

¿Vienen todos los niños de París? Pues no. Igual que los mejores pilotos no tienen por qué ser catalanes. Pero sí es cierto que acabar con esos tópicos no resulta fácil. Todo es cuestión de proponérselo, como está haciendo el conileño Marcos Ramírez, que ya lidera carreras en la pequeña categoría del Mundial y marcha octavo en la clasificación de Moto3 a sólo 35 puntos del segundo clasificado. Con sólo 19 años de edad, el metódico y calculador piloto gaditano está demostrando que el sur también existe.

-¿Un piloto es como un hombre bala lanzado desde un cañón?

-Nunca había oído esa comparación. Los pilotos no nos damos cuenta de lo que es la velocidad encima, porque estamos acostumbrados a ella.

-¿Ser el andaluz más veloz es una gran responsabilidad?

-Claro que lo es y representar a Andalucía en el mundo es un gran honor para mí. Eso conlleva transmitir unos valores y conducta, sabiendo estar a la altura de las circunstancias.

-¿En qué se piensa a más de 200 kilómetros por hora?

-Te da mucho que pensar. Aunque parezca mentira, piensas en muchas cosas. Si por ejemplo te juegas un Campeonato vas sumando puntos o restándolos mientras corres. Es decir, a 200 por hora en la cabeza hay matemáticas y estadísticas. Y si tienes a alguien delante, sólo piensas en adelantarlo. En esas circunstancias todo son estrategias en tu cabeza y no se te pasan por la mente otras cosas que no sean motos.

-¿La velocidad es una forma de vida? ¿Cumple al pie de la letra esa filosofía?

-No sabría decir lo que es exactamente para mí. Lo que tengo muy claro es que cuando paso tiempo sin montar en moto o hacer deporte, me aburro. Cada persona es diferente y expresa su pasión por las motos de una forma concreta. A mí me encanta este mundo y siempre estoy entrenándome al máximo y dándolo todo.

-¿Qué pasa por su cabeza sabiendo que corre en el mismo Campeonato, aunque en diferente categoría, que Rossi, Márquez, Lorenzo, Pedrosa o Viñales?

-A algunos los conozco personalmente y hay otros con los que he competido cuando éramos pequeños. Son pilotos de alto nivel y me gustaría llegar a ser como ellos dentro de un tiempo; lograr convertirme en una referencia a nivel mundial. Por poner ejemplos, he corrido con figuras de MotoGP como Jack Miller o con Álex Márquez, de Moto2, y eso es un honor para mí.

-¿Qué diferencia ve entre Marcos Ramírez y los primeros clasificados de la categoría de Moto3, Joan Mir o Aarón Canet?

-La única diferencia entre ellos y yo es que tienen más experiencia. Estoy luchando con ellos en el primer año que hago completo el Mundial y carrera a carrera tendré más conocimientos y podré vencerlos en más de una ocasión. Debo ser honesto y, aunque pueda pensarse que nos diferenciamos por unas motos mejores que otras, no es así. En una categoría tan igualada como Moto3, las carreras las ganan pilotos con más convicción que otros. No es tanto cuestión de moto sino de pilotos.

-¿Ve posible ser un líder del Mundial como los que hay en su categoría o que llegue a tener sus mismas oportunidades?

-Para nada lo veo imposible. Yo quisiera ser mejor que cualquier figura de las que hay y ya veremos en un futuro cómo vamos avanzando. Por mi parte no va a quedar y lucharé cada vez con más ganas. El tiempo lo dirá. En motociclismo aspiramos a que el futuro ocurra de inmediato. La gente suele ver lo bonito que resulta triunfar, pero no sabe lo que hay realmente detrás para conseguir una victoria.

-Siempre tuvo una visión muy pragmática de las pocas opciones que tenía un piloto andaluz de ser alguien en el Campeonato del Mundo de MotoGP.

-Sigo pensando que para un piloto andaluz es muy difícil llegar al Mundial para estar delante, pues tenemos muy poco apoyo. En mi caso tuve esta oportunidad y no quiero desaprovecharla. Por el momento, me siento animado por la buena sintonía que tengo en mi equipo, Platinum Bay Real Estate. Poco a poco hay patrocinadores que se van fijando en nosotros y esperamos que vayan en aumento.

-Con 11 años ya corría en circuitos. ¿Va acorde con la buena edad para dar pasos certeros en el Mundial de velocidad o ya debería estar más arriba?

-Pienso que con 19 años estoy en un buen momento para seguir creciendo como piloto. No hace falta llegar tan pronto, con 16 años, a un Campeonato del Mundo para ser una promesa.

-Ha ganado en categorías con motos más potentes que las Moto3 ¿Está cumpliendo un trámite para ir más arriba?

-Siempre hay que empezar desde abajo. Pienso que me quedan algunos años en Moto3, porque hasta que no me vea luchando por el título no daría el salto a otra categoría.

-¿Cuanto más rápido va piensa que aún puede correr más?

-Cuanto más rápido corro, menos veloz creo que puedo ir, porque ya suelo estar en el límite. Siempre voy al máximo, o lo intento.

-¿Buscando la perfección, los pilotos deberían estudiar ingeniería? ¿Está compaginando las carreras con los estudios?

-La perfección nunca existe. Los pilotos somos deportistas de élite y aunque ser más perfecto en algunas cosas puede ayudarte, al final lo importante en la moto es que seas inteligente y cuentes con una buena preparación física. Curiosamente, comencé los estudios de ingeniero, pero he tenido que detenerlos pues no cuento con el tiempo suficiente. Este debería ser mi segundo año de universidad en un doble grado de ingeniería, pero me cambié a INEF. No he tenido ocasión de presentarme a ningún examen, me faltan horas en el reloj para dedicarme a otras cosas que no sea la moto. Este mundo profesional te exige mucho.

-¿Qué necesita para ir a Moto2 con un equipo competitivo?

-Primero tengo que luchar por el título de Moto3. Después, ya veremos. MotoGP es el campeonato en el que están los mejores pilotos del mundo y es bastante difícil subir desde Moto3 a la categoría reina, eso es evidente. Pero está claro que el sueño de todo piloto es llegar a MotoGP. Aquí no se pueden construir castillos en el aire, tengo los pies en el suelo. No quiero precipitarme ni dar pasos en falso que me lleven a darme un batacazo.

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