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"Hice lo que pensé que era correcto", reitera Bush en su despedida

  • El presidente se dirige por última vez a la nación en un discurso televisado en el que resaltó sus éxitos, reconoció algunos "reveses" y se olvidó de lo negativo

El presidente de EEUU, George W. Bush, se despidió el jueves de sus conciudadanos con un discurso televisado a todo el país en el que resaltó sus éxitos, reconoció algunos "reveses" y explicó que, al tomar decisiones, siguió su "conciencia".

"Hice lo que pensé que era correcto. Puede que no estén de acuerdo con algunas decisiones difíciles que tomé. Pero espero que estén de acuerdo en que estuve dispuesto a tomar las decisiones difíciles", afirmó Bush.

El mandatario se dirigió por última vez al país en un discurso desde el Salón Oriental de la residencia presidencial, donde estuvo acompañado por su esposa, Laura, su vicepresidente, Dick Cheney, los miembros de su Gabinete y algunos ciudadanos a los que quiso reconocer por su heroismo o simbolismo del sueño americano. Con traje oscuro y corbata azul, Bush leyó su discurso con más confianza y soltura de lo habitual, sin apenas trabarse y gesticulando alrededor de su favorita media sonrisa.

Al finalizar su alocución, Bush abrió su sonrisa y frunció el ceño un instante en otro de sus gestos característicos para inspirar confianza. "Estuve bendecido por representar a este país al que amo", dijo. "Mis compatriotas, por última vez: Buenas noches. Que Dios bendiga esta casa y nuestro próximo presidente. Y que Dios los bendiga a ustedes y a nuestro maravilloso país", sentenció. Mientras sus oyentes lo despedían con una ovación en pie, el presidente se alejó por última vez del podio con el sello presidencial y desapareció detrás de dos enormes puertas de madera.

El discurso, en vísperas de que el martes deje la Casa Blanca, fue al 100% Bush: nada espectacular dialécticamente, pero directo y franco y defendiendo hasta el final las posiciones más controvertidas.

En 15 minutos, Bush hizo balance de su gestión citando lo positivo pero no lo negativo, deseó lo mejor a su sucesor, Barack Obama, e insistió en que un nuevo ataque terrorista sigue siendo la principal amenaza para el país. "EEUU no hizo nada para buscar o merecer este conflicto", afirmó sobre la guerra contra el terror, su principal proyecto desde los ataques del 11-S.

Los atentados tuvieron de hecho una mención destacada en el discurso: Bush recordó que se dirigió por primera vez al país horas después de la tragedia, y resaltó que no se volvió a producir un ataque en suelo estadounidense.

En ese contexto, Bush mencionó las dos guerras, iniciadas en su primer mandato y que entrega aún vivas a Obama. "Con fuertes aliados a nuestro lado, llevamos la lucha a los terroristas y a quienes los apoyan", afirmó. A su juicio, el resultado es que Afganistán es "una joven democracia que está combatiendo el terror" e Iraq es una "democracia árabe en el corazón de Oriente Próximo y amiga de EEUU".

"Hay un debate legítimo sobre muchas de estas decisiones", afirmó sobre su política de seguridad. "Pero no puede haber dudas sobre los resultados. EEUU pasó más de siete años sin otro ataque terrorista en nuestro suelo", sentenció.

Respecto a sus errores, Bush reconoció que sufrió "reveses" y que hay "cosas" que haría "de manera diferente" si tuviera la oportunidad, aunque no detalló cuales.

El texano, que aseguró estar "lleno de gratitud" hacia los estadounidenses por la "confianza" que le dieron y por sus "oraciones", aseguró que la asunción de Obama el martes es "un momento de esperanza y orgullo" para todo el país, y envió sus "mejores deseos" al futuro presidente a quien, según su predecesor, le esperan "más decisiones difíciles". Además de proteger al país del terrorismo, Bush aseguró que EEUU debe evitar caer en en el "aislacionismo y su compañero, el proteccionismo".

El 43º presidente llamó a su sucesor a seguir "expandiendo la democracia" por el mundo, porque "si EEUU no lidera la causa de la libertad, esa causa no será liderada".

Profundamente religioso desde que hace años dejó la bebida y una vida de excesos, Bush hizo varias menciones a Dios en su discurso, e insistió en que EEUU debe mantener su "claridad moral": "A menudo les hablé sobre el bien y el mal. Esto incomodó a algunos. Pero el bien y el mal están presentes en est mundo, y no puede haber un término medio entre los dos".

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