Miles de partidarios del Gobierno iraní salieron ayer a la calle tras el rezo comunitario del viernes para pedir el procesamiento y la muerte de los líderes de la oposición, a los que el régimen acusa de secesionistas.
Los congregados, muchos de ellos procedentes de las clases y los barrios menos favorecidos, se reunieron en torno a la universidad de Teherán, donde gritaron consignas como "muerte a Mir Husein Musavi" y "muerte a Mehdi Karrubí". Además, durante la marcha, en la que participaban familias con niños pequeños y adolescentes, se escucharon los tradicionales eslóganes de "muerte a Israel" y "muerte a Estados Unidos", y muchos manifestantes señalaron a "los extranjeros" de ser los urdidores de una conspiración para derrocar el régimen.
Otros muchos acusaban a Musavi y Karrubi, que en las elecciones de 2009 calificaron de fraudulenta la reelección del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, de ser agentes al servicio de la CIA y el Mossad israelí.
La oposición iraní retomó el lunes la calle tras meses silenciada con una manifestación de apoyo a los alzamientos del norte de África, que fue prohibida por las autoridades y reprimida por las fuerzas de Seguridad.
Los grupos opositores denunciaron que la Policía utilizó gases lacrimógenos y munición de fogueo para dispersar a los congregados, que gritaron consignas en contra del régimen iraní y en favor de Egipto y Túnez. La oposición acusó, igualmente, al régimen iraní de "hipocresía", ya que ha apoyado las manifestaciones populares en Túnez y Egipto, pero impide las que convocan los opositores.
El martes, decenas de diputados iraníes exigieron en la Cámara el procesamiento de los líderes opositores, que no pudieron asistir a la marcha, ya que fueron bloqueados e incomunicados por la Policía en sus respectivos domicilios.
Los parlamentarios pidieron que se acuse a los responsables de las manifestaciones de "atacar al régimen", un delito que en el código penal iraní puede acarrear la pena de muerte.
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