Egipto

Los disturbios se propagan por El Cairo en otra jornada de caos y violencia

  • Al menos ocho personas murieron a lo largo de la jornada por disparos, arma blanca o atropellos.

Los graves disturbios que vive El Cairo se propagaron por diferentes barrios de la ciudad, que fueron escenario de tiroteos, agresiones con arma blanca y atropellos por vehículos incontrolados. egún fuentes de los cuerpos de seguridad, al menos tres personas murieron a lo largo de la jornada, que se sumaron a los cinco fallecidos antes del amanecer por tiros de posibles simpatizantes del presidente egipcio, Hosni Mubarak.

El caos y la anarquía se adueñaron de las calles, especialmente tras la entrada del toque de queda a las 17.00 hora local (15.00 GMT), con altercados protagonizados sobre todo por los conocidos como "baltaguiya" (matones) y partidarios de Mubarak.

Grupos de defensores del régimen rodearon el hotel Ramsés Hilton, en el centro de El Cairo, en busca de los corresponsales extranjeros que se alojan allí, según varios testigos presenciales, que relataron cómo los empleados del hotel levantaron barricadas improvisadas en la recepción para evitar la entrada de los exaltados.

La plaza cairota de Tahrir, epicentro de las protestas, recuperó por la tarde una relativa tranquilidad, con las barreras que levantaron miles de manifestantes pro democracia para defenderse de las agresiones de los partidarios de Mubarak, y con los frágiles cordones de seguridad establecidos por militares en tanques.

En los peores momentos de la refriega, los soldados dispararon al aire para tratar de contener y dispersar a los manifestantes en la plaza Abdel Menem Riad, junto a la de Tahrir.

Los detractores de Mubarak que continúan en el centro de El Cairo se mostraban furiosos por el desamparo al que les ha sometido el Ejército, con su inacción, y la policía, que ha desaparecido de la ciudad salvo en misiones de tráfico y tareas administrativas.

"Llegaron sólo para matar a nuestra gente", dijo a Efe el médico Abdel Rahman, que atiende un improvisado puesto médico montado con sillas, alfombras y bolsas de plástico, cerca de una barricada de defensa.

En los barrios al norte del centro de la ciudad, los vándalos detuvieron vehículos para registrarlos y en algunos casos sacaron a sus ocupantes para propinarles palizas o llevarles a comisarías, señaló a Efe una testigo presencial.

El canal qatarí Al Yazira mostró imágenes grabadas por un ciudadano en las que una furgoneta de la policía arrollaba a un grupo de manifestantes en el barrio de Mohandisín, en el oeste de la ciudad.

En paralelo a los disturbios, se sucedieron las noticias difundidas por las autoridades con el aparente objetivo de aplacar los ánimos de los manifestantes en contra de Mubarak.

La Fiscalía General emitió un comunicado en el que se anunciaba la prohibición de salir del país y congelar sus cuentas bancarias a algunas de las más destacadas figuras del régimen, como quien fuera ministro del Interior hasta la remodelación gubernamental del pasado sábado, Habib el Adli.

Asimismo, también fueron objeto de estas órdenes el magnate y ex dirigente del gubernamental Partido Nacional Democrático (PND) Ahmed Ezz, o el ex ministro Turismo Mohamed Zuhair Garana y el también ex ministro de Vivienda Ahmed El Magrebi, además de otros responsables de instituciones del Estado, según la agencia oficial Mena.

Por su parte, el vicepresidente del país, Omar Suleimán, anunció en declaraciones a la televisión estatal que el hijo del presidente, Gamal Mubarak, no se presentará a las próximas elecciones presidenciales de septiembre, a las que tampoco concurrirá su padre.

Mientras, la oferta de diálogo que lanzó el gobierno fue rechazada en bloque por las fuerzas políticas opositoras, que alegaron que, tras el baño de sangre de la pasada noche, no cabe ninguna negociación hasta que los culpables sean castigados.

El líder del partido Ghad, Ayman Nur, dijo a Efe que las informaciones respecto al supuesto comienzo de las negociaciones son "falsas" y que los partidos pro democracia no han "participado en un diálogo".

"La sangre todavía está derramada en el suelo de la plaza Tahrir", añadió.

Mientras, el guía espiritual de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Badia, confirmó en un comunicado que su grupo rechaza negociar con "cualquier símbolo o dirigente del actual régimen gobernante, de acuerdo con la voluntad del pueblo, que anunció la ilegitimidad de este régimen".

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