Hito histórico La Corte Penal Internacional inicia el primer juicio desde su creación

El drama de los niños soldados del Congo llega hasta La Haya

  • Thomas Lubanga se sienta desde hoy en el banquillo por reclutar a 30.000 menores

La Corte Penal Internacional (CPI) inicia hoy en La Haya el primer proceso judicial de su historia en el caso contra el líder rebelde congolés Thomas Lubanga Dyilo, al que acusa de alistar por la fuerza a niños menores de 15 años en sus milicias, un delito estipulado como crimen de guerra por los estatutos de la institución, que se enfrenta a su primera prueba de fuego real desde su fundación en 2002.

Lubanga, antiguo líder de la Unión de Patriotas Congoleses (UPC), está acusado de emplear a más de 30.000 niños soldados de etnia lendu durante el conflicto que estalló de 1998 a 2003 contra el pueblo de los hema en la región de Ituri, una campaña salpicada de enfrentamientos relacionados con la posesión de las minas y el control de los impuestos en la región congolesa que contó con el apoyo explícito de los gobiernos de Uganda y Ruanda a pesar de las continuas violaciones de la ley humanitaria internacional evidenciadas ante la CPI. Desde 1999, más de 60.000 personas han muerto a causa de este conflicto étnico.

El acusado, de 48 años, fue arrestado en marzo de 2006 y trasladado a la sede de la Corte. Un año después, en enero de 2007, la acusación determinó que contaba con las pruebas suficientes para encausar al líder rebelde, quien ha rechazado categóricamente estos cargos desde el primer momento. El inicio del proceso estaba previsto para junio del año pasado, pero se paralizó temporalmente por la incapacidad del tribunal para desclasificar un buen número de pruebas favorables a Lubanga, proporcionadas por fuentes confidenciales. El hecho de que la defensa no contara con la información necesaria para proteger al líder rebelde ponía en peligro la imparcialidad del juicio.

A pesar de que Lubanga sólo está encausado formalmente por emplear su "autoridad de facto" sobre las "políticas y prácticas" de su grupo a la hora de emplear a niños soldados, la ONG Human Rights Watch (HRW) le señala como máximo responsable de crímenes de violación, tortura y ejecución sistemática de miles de civiles perpetrados por las fuerzas del UPC por toda la región de Ituri, así como de nueve soldados bangladeshíes miembros de las fuerzas de paz presentes en la zona.

Con todo, el proceso busca ir mas allá de la figura de Lubanga. De esta manera, también se acusa del mismo cargo contra la dignidad infantil a su número dos, Bosco Ntganda, antiguo responsable de operaciones del UPC que ejerce ahora como jefe del Estado Mayor del grupo rebelde Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP), organización dirigida por el recientemente detenido líder rebelde Laurent Nkunda, una de las partes en conflicto durante los enfrentamientos en la región de Kivu Norte que han dejado miles de muertos y 370.000 desplazados.

El reclutamiento de niños soldados constituye una de las violaciones más flagrantes de los Derechos Humanos en los innumerables conflictos que han estallado en África durante los últimos 30 años en países como Zimbabue, Uganda, Liberia, y Congo, donde los jóvenes han sido "transformados en máquinas de matar al servicio de partes combatientes en conflictos que apenas entienden".

Tras su secuestro, el niño soldado es sometido a un proceso de manipulación psicológica a través del cual se le convence para obedecer órdenes ciegamente. A lo largo de este tratamiento, los niños se ven sometidos a una enorme presión que suelen reducir mediante el uso de todo tipo de drogas, desde el consumo de analgésicos hasta la inhalación de productos químicos. Es más: según el director para África y Oriente Próximo de la ONG Witness, Bukeni Waruzi, a muchos incluso se les dice que están protegidos por la brujería.

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