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La humillante derrota de los liberales abre una nueva era política en Japón

  • El opositor Partido Democrático logra la mayoría absoluta en las elecciones generales y pone fin a medio siglo de dominio del PLD · El primer ministro, Taro Aso, dimite como líder de su formación

El opositor Partido Democrático (PD) arrasó en las elecciones generales celebradas ayer en Japón y Yukio Hatoyama será el próximo primer ministro, lo que abre una nueva era política en un país dominado durante medio siglo por un solo partido.

El PD ha obtenido mayoría absoluta en la Cámara de Representantes y ha diezmado al hasta ahora partido hegemónico, el Liberal Demócrata (PLD) de Taro Aso, quien anunció su dimisión como líder de esa formación por su "responsabilidad en la derrota".

"Es la victoria del pueblo", sentenció al conocer el resultado electoral Hatoyama, de 62 años, a quien los medios nipones otorgan unos 300 escaños frente a los apenas 100 del PLD. La Cámara de Representantes está integrada por 480 diputados. Los resultados oficiales se anunciarán esta mañana.

El mensaje de necesidad de "cambio histórico" lanzado como un mantra durante la campaña por Hatoyama ha convencido a los japoneses, que desde 1955 sólo han visto a una fuerza en el poder, el PLD, salvo un corto paréntesis de un año entre 1993-94.

Ésta será además la primera vez en más de medio siglo que una fuerza política distinta al PLD controlará las dos Cámaras de la Dieta, pues en julio de 2007 el PD ganó en el Senado, anticipo de lo ocurrido ayer.

El partido que ha conseguido acabar con esas más de cinco décadas de monolitismo del PLD lo ha hecho con un programa reformista y populista, que aboga por poner el acento en "el pueblo", reducir la extensa burocracia nipona, congelar impuestos, dar ayudas directas a los trabajadores y tener una relación de igual a igual con Estados Unidos.

El descontento de los votantes con el conservador PLD, que en la pasada legislatura tuvo cuatro primeros ministros -uno por año-, y el efecto de la crisis, que hundió a Japón en la recesión durante un año entero, son los detonantes de su humillante derrota.

Hatoyama, que será elegido primer ministro por la Dieta a mediados de septiembre, habló ayer del "enfado del pueblo japonés" contra el Gobierno y consideró que el resultado electoral es "fruto del deseo del pueblo de cambiar la política" en este país.

La afluencia a las urnas rozó el 70%, según la agencia Kyodo, superior al 67,5 de hace cuatro años.

El futuro jefe de Gobierno de Japón es un político de cuarta generación, nieto de un ex primer ministro y hermano de un alto dirigente del PLD, partido en el que también militó al comienzo de su carrera.

Hatoyama ha afirmado que, pese a su victoria por goleada, gobernará en coalición con el Partido Social Demócrata (PSD), más a la izquierda, y con el Nuevo Partido del Pueblo (NPP), disidente del PLD, porque desea un mayor refrendo para sus políticas.

El Partido Liberal Demócrata es el gran derrotado de las elecciones y muchos de sus pesos pesados han perdido sus escaños, según las proyecciones de los medios nipones. Entre ellos destacan el actual ministro de Finanzas, Kaoru Yosano, el ex titular de Exteriores Nobutaka Machimura, uno de los halcones del aparato del PLD, y Shoichi Nakagawa, quien hace meses dimitió de la cartera de Finanzas por acudir ebrio a una rueda de prensa del G-8.

Algo más de 104 millones de japoneses estaban convocados ayer a las urnas para unas elecciones históricas aunque a última hora de la tarde bajó la participación, posiblemente por efecto de un tifón que llegó a una amplia región alrededor de Tokio en esas horas.

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