El senador Barack Obama se impuso ayer con una amplia ventaja a la senadora Hillary Clinton en los caucus de Wyoming para elegir al candidato del partido para las elecciones de noviembre, en una jornada donde la novedad fue la alta participación en un Estado tradicionalmente republicano.

Con el escrutinio al 100 por ciento, Obama obtuvo el 61 por ciento de los votos, por el 38 por ciento para su rival, Hillary Clinton. El senador por Illinois se impuso en quince condados, la senadora por Nueva York en seis y en dos se produjo empate.

El Estado de Wyoming, el menos poblado de todo el país con poco más de 500.000 habitantes, repartió sólo doce delegados para la convención de finales de agosto en Denver, que elegirá oficialmente al candidato demócrata a suceder al presidente George W. Bush. Pero en una carrera tan ajustada, cada delegado cuenta.

Más importante es el rédito para Obama. Después de once victorias consecutivas de Obama, el martes Clinton se anotó los valiosos triunfos en Texas y Ohio, que le permitieron tomar la delantera en términos de imagen. Ganar en Wyoming le permite a Obama retomar el impulso perdido.

Antes de la jornada de Wyoming, el recuento de delegados Obama seguía en cabeza con 1.581 delegados, por 1.460 para Clinton. "Ésta es una gran victoria para nosotros", afirmó David Plouffe, uno de los responsables de la campaña de Obama, que aseguró haber frenado el ataque de Clinton. "Vimos una muy furiosa campaña por parte de los Clinton. Tuvieron más actividad que nosotros, montaron una campaña muy agresiva".

La jornada en Wyoming estuvo presidida por las largas filas a la entrada de los colegios electorales. En Laramie, una de las principales localidades del Estado, la edición online del diario Los Angeles Times reportó 1.500 asistentes a un caucus. En el mismo lugar, apenas 160 personas acudieron en 2004.

Los demócratas son clara minoría en el estado: hay 59.000 registrados, por 135.000 para los republicanos. Los demócratas no ganan en Wyoming en unas presidenciales desde 1964.