Cultura

Ainhoa Arteta y la verdad del arte

  • La soprano interpreta hasta el 2 de junio en el Maestranza, 'Adriana Lecouvreur' de Francesco Cilea

  • La cantante asegura que el personaje es el que más la "define emocionalmente"

Ainhoa Arteta, en el Teatro Maestranza, un espacio donde percibe "complicidad entre todo el equipo".

Ainhoa Arteta, en el Teatro Maestranza, un espacio donde percibe "complicidad entre todo el equipo". / belén vargas

La soprano Ainhoa Arteta, que protagoniza desde ayer y hasta el 2 de junio en el Teatro de la Maestranza Adriana Lecouvreur, la ópera de Francesco Cilea, asegura que el papel de esta actriz de la Comédie Française que murió envenenada es el que más la "define emocionalmente". En esta producción del Teatro San Carlo de Nápoles, Arteta se acompaña de un "reparto de Champions League" en el que "se canta a niveles importantes", y en el que participan el tenor Teodor Ilincâi (Maurizio), el barítono Luis Cansino(Michonnet) o la mezzosoprano Ksenia Dudnikova (la princesa de Bouillon), protagonistas de una obra que hasta ahora no había pisado las tablas del Maestranza.

Arteta confesó que comparte "muchas frases" que su personaje dice, "cuando está sola en el camerino y cuando se plantea sus dudas, sus preguntas", aunque entre la intérprete y su rol protagonista, un papel para el que "hay que tener un alma que se aproxima a la verdad", se dan también diferencias evidentes. "Yo tengo hijos y ella no, yo no he muerto y espero no morirme delirando como ella", bromeó la cantante.

Es la segunda vez que hago el personaje, pero ahora noto mi voz mejor, con menos dudas"

La soprano señaló que se reconoce en cierta visión que Lecouvreur tiene de su oficio y apunta un pasaje que le parece revelador en este sentido: cuando, en el cuarto acto, antes de morir, consumida por el amor que siente por Maurizio, conde de Sajonia, ella recibe la visita "de sus amigos de la Comedia y entre todos le levantan el ánimo. Comprende que lo que le da la vida es el teatro, hacer feliz al público con lo que expresa. Para mí, quienes actuamos somos personas afortunadas".

Arteta, que ha representado anteriormente en Sevilla grandes títulos del repertorio operístico como La Bohème, La Traviata o Manon Lescaut, encarna por segunda vez en su trayectoria, con este montaje, a Lecouvreur. "Pero vocalmente hay una gran diferencia entre la primera, de hace cuatro años, y ésta. Noto que mi voz está más consolidada, es más profunda, con menos dudas técnicas. Afronto el personaje con amplitud y eso me permite abordarlo al 200%", anticipó.

Por su parte, Pedro Halffter, que dirige a la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla (ROSS) en esta producción, destacó la grandeza de la partitura de Francesco Cilea, "contemporáneo de Puccini, del que recoge ideas, pero que tiene su propia personalidad. Hasta la orquesta está sorprendida de la belleza de la música". Sobre el libreto, el maestro consideró que "basarse en un personaje real y en hechos que ocurrieron es uno de sus atractivos" y para su "complejo" argumento, una historia en la que se cruzan "vorágines políticas y sentimentales que llevan a los personajes a la tragedia", quiso poner como referencia Las amistades peligrosas, la adaptación al cine que hizo Stephen Frears de la obra de Choderlos de Laclos, un filme que en su opinión "refleja muy bien el ambiente de la ópera".

Para Halffter, la lección que brinda la peripecia de Adriana Lecouvreur es que "cuando los artistas nos metemos en política salimos escaldados", una tesis que la ópera defiende con enorme ambición. "La puesta en escena [original de Lorenzo Mariani y de cuya reposición se ha encargado Elisabetta Marini] es complejísima. Exige la presencia de un ballet, y en algunos momentos reúne a 150 personas sobre el escenario".

Halffter presume de haber reunido para esta ópera un reparto en el que tienen un gran peso de las voces españolas. Teodor Ilincâi, el tenor que interpreta a Maurizio, el causante de los desvelos de la protagonista, es de procedencia rumana pero aspira a seguir "la tradición de los grandes cantantes españoles: Plácido Domingo, José Carreras, Jaume Aragall o Pedro Lavirgen", con el que según sus compañeros guarda un increíble parecido.

Arteta y Luis Cansino, que en la ficción da vida a Michonnet, el director de la Comedia Francesa, refuerzan con esta obra una amistad que se prolonga ya casi un cuarto de siglo. Cansino recordaba una divertida anécdota del pasado, cuando ambos interpretaban Fausto en el Palacio de Bellas Artes de México y oyeron a un espectador decir, tras la aparición de Arteta en el escenario: "Esta no será la protagonista, ahora nos soltarán a la gorda...", rememoró entre risas. "Admiro mucho a Ainhoa. Es una luchadora que se ha sabido reinventar, un ejemplo para los que nos dedicamos a esto", concluyó.

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