Lectores sin remedio por Ramón Clavijo y José López Romero

Anonymous

LA película 'Anonymous' de Roland Emmerich ha vuelto a poner sobre el tapete uno de los grandes misterios, si así puede entenderse (para muchos es solo una patraña), de la literatura anglosajona. Es tal la dimensión del enigma (o del infundio) que no es de extrañar que con cierta periodicidad algún escritor, en este caso ha sido un director de cine, quiera divertirse con la provocación y remueva las aguas siempre turbulentas cuando se trata de tocar lo intocable: la figura y autoría de ni más ni menos que William Shakespeare. Ahora la teoría defendida en la película, 'Anonymous', es que fue Edward de Vere, decimoséptimo conde de Oxford, el verdadero autor de toda la obra que la historia le ha atribuido al príncipe de las letras inglesas. No hace mucho otros proponían al gran Cristopher Marlowe, con quien Shakespeare no tuvo precisamente una estrecha amistad. ¿Se puede sustentar la teoría de 'Anonymous' con argumentos tan irrefutables que tengamos que volver del revés toda la literatura ya no solo inglesa, sino occidental, porque la dimensión literaria de Shakespeare traspasa sin duda los estrechos límites de Britania? Los expertos juran y perjuran que no y defienden, con todos los datos posibles, al gran Shakespeare. Entonces ¿para qué tanta teoría? ¿por qué tanto revuelo? Al margen de la diversión, de la provocación y del interés comercial que todo esto trae como consecuencia, reconozcamos que la filología sería muy triste y aburrida si en la historia de la literatura no hubiera enigmas por descifrar, autorías por descubrir y hasta falsos escritores por desenmascarar. Y cuando el problema surge, cuanto más alto se apunta, más delirantes son las teorías que se suelen sacar de la manga los que algún afán de notoriedad persiguen. Si tuviéramos que elegir, yo me quedaría con la atribución al siempre misterioso y escurridizo Marlowe, cuya biografía, aunque poco de él se sabe, podría dar para otra película. En nuestra literatura incontables son los problemas que la investigación sigue empecinada en resolver; y en este sentido, no me disgusta, modestamente hablando, la atribución del 'Burlador de Sevilla' al discreto mercedario fray Gabriel Téllez, por nombre literario Tirso de Molina, aunque sólo sea por esa turbadora combinación de fraile y canalla. Como también considero muy acertada, y sigo con mi modestia, la atribución del 'Lazarillo' a Diego Hurtado de Mendoza, ilustre de las letras y de las armas, perfecto caballero renacentista, como ha demostrado la paleógrafa Mercedes Agulló, con documentación bajo el brazo. Sin embargo, y a pesar de ello, hay quien no se resiste a no ser el muerto en el entierro o a que le pisen una investigación, por mucho manuscrito revelador. Si no, pregúntenle a Don Francisco Rico quién es el autor de 'El Lazarillo de Tormes';o mejor, léanse el artículo que publicó el soberbio filólogo en la excelente revista 'Mercurio' de diciembre de 2011, nº 136.

José López Romero

Yo acuso

Emilio Zola. Tusquets (Fábula), 1998.

Bajo este ilustrativo título editó el gran novelista francés Emilio Zola, todos los artículos que fue publicando en el periódico L'aurore, que no tuvieron otro afán que desenmascarar las intrigas, traiciones y malas artes con que se condujo la plana mayor del ejército francés contra el capitán Alfred Dreyfus, de origen judío, a quien se le acusaba de alta traición contra la patria, y se le condenaba a cadena perpetua en la isla del Diablo, en la terrible Guayana francesa. El famoso 'Caso Dreyfus' que removió todos los cimientos de la Francia de finales del siglo XIX, y la defensa valiente, hasta poner en riesgo su propia vida, que hizo Emilio Zola, queda el primero inscrito en la historia de la infamia (se conocía al verdadero traidor), y la segunda en los anales de la mejor literatura comprometida con su tiempo y, sobre todo, con la justicia. Una verdadera lección moral y ética a la que ya no estamos acostumbrados. J.L.R.

Armamento ibérico procedente del territorio tuccitano

Antonio L. Bonilla Martos. Fundación Cultura y Misión Francisco de Asís, 2011.

Con este trabajo inaugura la Fundación Cultura y Misión de la orden franciscana una serie de publicaciones de carácter histórico que seguro serán del interés de especialistas y aficionados en general. En esa línea se encuentra el estudio que ha realizado Antonio L. Bonilla sobre las armas de los pueblos iberos que poblaban la península entre los siglos V y III a. de C. Armamento que se conserva y expone en el museo arqueológico (éste sí abierto) P. Alejandro Recio de Martos (Jaén), procedente en su totalidad de la necrópolis de la Loma de Peinado de las Casillas y de la de Santa Isabel. Un aspecto, el armamentístico, fundamental para conocer con mayor profundidad las formas de vida de estos pueblos anteriores a la romanización, y que tan desconocidos siguen siendo para la historiografía en general. Nada que ver con Hispania y bodrios por el estilo. J.L.R.

El dinero de los demás

Justin Cartwright. Ático de los libros, 2011.

A comienzos del pasado siglo Louis D. Brandeeis publicaba un libro, 'El dinero de los demás', donde realizaba un contundente alegato contra la acumulación de poder por la banca, tomando como ejemplo al J.P. Morgan &Company. Décadas después Cartwright publica esta novela a la que titula de la misma manera, y en la que con un tono tragicómico, trata de lo que ya Brandeeis advirtiera, personalizándolo en un joven banquero que toma funestas decisiones y lleva al banco que dirige, el Tubal & Co., a pérdidas millonarias. Al borde de la catástrofe el banquero decide desviar fondos al mismo tiempo que pone en marcha una serie de medidas de ahorro, con el objeto oculto de vender a la menor ocasión. Mientras tanto un pensionista que no cobra la pensión y que decide indagar sospechando de la gestión del banco, pondrá sus averiguaciones en manos de la prensa, lo que provoca un verdadero escándalo. ¿Nos suena? R.C.P.

Caribou island

David Vann. Mondadori, 2011.

Tras su fulgurante, merecido ( además recibió el premio Prix Medicis, 2010 ), e impactante relato 'Sukkwan Island', donde refleja la deriva de la vida de un hombre tras el suicidio de su hijo, ahora, en medio nuevamente de la salvaje naturaleza de Alaska, vuelve a narrarnos una dramática historia. Qué duda cabe que Vann sigue teniendo en la escritura una especie de válvula de escape de un pasado familiar que le afecto profundamente, y que refleja en algunos momentos en sus novelas, donde la Naturaleza es algo omnipresente y en ningún caso parte secundaria de la narración. Irene y Gay forman un matrimonio en descomposición que deciden darse una última oportunidad. Deciden construir una cabaña en un remoto paraje, aunque Irene duda del éxito de la empresa, y finalmente con la llegada del duro invierno, la tensión entre los dos crecerá hasta límites insoportables. R.C.P.

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