Animación infantil, Reino Unido, 2013, 83 min. Dirección: Leon Joosen, Aaron Seelman. Guión: Ricky Roxburgh. Música y canciones: Grant Olding.

Fiel a su cita navideña, Santa Claus se sacude el polvo de nuevo para la muchachada más tierna, esta vez en las texturas y colores vivos de la animación digital, fabricados por la factoría británica Prana, y con las voces estelares (en su versión original) de Martin Freeman (El Hobbit), Tim Curry o la mismísima Joan Collins, que presta su tono maléfico a la madre del antagonista del bonachón barbudo nórdico, secuestrado por su competidor en el sector del reparto de juguetes.

Sin perder de vista el blanco espíritu mágico que envuelve a la fábula, Rescatando a Santa Claus se centra empero en un héroe marginal, el elfo Bernard, aspirante a inventor relegado a labores menos nobles en el Reino del Polo Norte, y en sus torpes viajes por el tiempo para intentar hacer y deshacer entuertos propios y ajenos y reestablecer el orden antes de que lleguen las fechas señaladas.

La cinta de Joosen y Seelman exhibe una animación limpia, simple y de trazo clásico, no especialmente fina en el detalle, y recupera la costumbre de incluir canciones y números musicales, algo que parece más bien una estrategia de alargamiento que una verdadera necesidad. Con todo, en su apuesta por una variante heterodoxa y libre del viejo relato, Rescatando a Santa Claus bien vale una recomendación familiar a la espera de Big Hero 6 y Doraemon, los dos platos fuertes animados de la temporada.