Cultura

Lo que fuimos y lo que somos

Es una exposición mucho tiempo esperada y ansiada desde un amplio sector del arte español - me consta que el proyecto, incluso, ha superado la estancia en el Reina de varios Directores -. En su gestación y primera configuración, Quico Rivas, desaparecido el año pasado, había puesto todo su corazón y todo su empeño para que fuese una realidad. Definitivamente se ha contado con un comisariado múltiple - María Escribano, Iván López Munuera y Juan Pablo Wert - y se ha hecho realidad una muestra justa y necesaria sobre uno de los periodos artísticos más significativos de nuestro Arte, aquel que transcurre entre 1970, los estertores de la dictadura franquista hasta 1985, cuando la transición fue un hecho y la democracia parecía consolidada. Los Esquizos fue el nombre que, "los otros" catalanes, el grupo de los "oligos" pusieron a sus colegas madrileños.

Para centrar la exposición puede servir uno de los cuadros emblemáticos de aquel momento: "Grupo de personas en un atrio o Alegoría del Arte y de la vida o del Presente y del Futuro", realizado en 1975 por Guillermo Pérez Villalta, que retrata perfectamente aquellos personajes que llenaron toda una época de inusitada trascendencia. En el mismo aparecen junto al propio autor Luis Gordillo, Carlos Alcolea, Juan Antonio Aguirre, Luis Pérez Mínguez, Carlos Franco, Juan Manuel Bonet, Javier Utray, Manolo Quejido, Rafael Pérez Mínguez, Marisol García, Luciano Martín, Herminio Molero, Chema Cobo, María del Mar Garrido, Ana Raya, Mercedes Buades, Nano Durán, Gloria Kirby, José Luis Bola Barrionuevo, Juan Pérez de Ayala y Fernando Huici. Referencia absoluta de un tiempo iniciático y de un arte que también comenzaba a desprenderse de sus resabios anteriores.

La exposición, con obras de Carlos Alcolea, Chema Cobo, Carlos Franco, Luis Gordillo, Martín Begué, Herminio Molero, Guillermo Pérez Villalta, Luis y Rafael Pérez Mínguez, Manolo Quejido y Javier Utray, "los esquizos" de Madrid, nos sitúa en los planteamientos estéticos de aquel tiempo, pero, sobre todo, nos conduce por los intereses de una época, por las personas que contribuyeron a hacerlos posible, por las galerías de arte que acogían los trabajos - Buades, Edurne o Bandrés -, los teóricos que fundamentaron el trabajo - Juan Antonio Aguirre, Javier Utray, Simón Marchán, Ignacio Gómez de Liaño -, las referencias artísticas - Alez Katz, Marcel Duchamp, Frank Stella, David Hockney, Giorgio de Chirico, entre otros.-

Pintores figurativos que reivindican una nueva figuración - Luis Gordillo fue padre espiritual de muchos - y que anuncian una realidad artística nueva y con mucho futuro.

Se trata de una exposición importante por lo que muestra y también por lo que encierra. Testimonio de una época que consiguió abrir caminos, que posibilitó poner en marcha unas ideas, muy poco antes, imposibles y que dejó expeditas muchas circunstancias para que los aires frescos de la modernidad tuvieran cartas de naturaleza en una España muy necesitada, pero también, muy ilusionada.

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