Cultura

Cádiz al ritmo de Mayumana

  • Desde hoy y hasta el próximo domingo la multidisciplinar compañía presenta su espectáculo ‘Momentum’ en el Falla · Los artistas animaron ayer al público con una batukada en la plaza del Palillero

ádiz ya no baila. Prefiere seguir el ritmo con los pies. Tiene las manos ocupadas. Las cámaras y los móviles de última generación le atan los brazos. Cádiz tiene pulgares que pulsan “Me gusta”. Cádiz ya no baila, prefiere enseñar a los demás lo bien que se lo pasa. Es un mal –el síndrome de captar y mostrar momentos, más que disfrutarlos– que no solo padece Cádiz. Es la nueva plaga, una nueva trampa, que vuelve del revés el espacio-tiempo en nuestro extraño siglo XXI . Un virus, un trabalenguas, que nos hace estar donde no estamos y no estar donde estamos. Cádiz ya no baila pero ayer los artistas de Mayumana pusieron de su parte, durante unos pocos minutos, para lograr breves quiebros de cintura y, eso sí, golpes de palmas (que  aquí gustan mucho) del público que se arremolinó en torno a la plaza del Palillero. Cádiz al ritmo de Mayumaná. Siempre enérgicos.  

Una energía contagiosa, alegre, a golpe de grandes tambores, de simpáticas campanillas, dirigida por uno de los miembros de la compañía que con un silbato y otro gran cubo de percusión marcaba el compás de sus diez compañeros. También del público. Al que logró integrar en la fugaz batukada que ayer anunciaba que la compañía multidisciplinar Mayumana llegaba a la ciudad para quedarse hasta el próximo domingo con su espectáculo Momentum, que presenta hoy en el Gran Teatro Falla.

Ritmos urbanos y latinos se mezclaban en la intervención de los artistas mientras que el público reclamaba “¡otra y otra!”. Percusiones movidas y pegadizas que provocaron que, nada más empezar, un espontáneo saliera a bailar a la improvisada escena. Lástima que no se animara nadie más. La estampa era peculiar.

Y la energía estaba ahí, flotando, vibrando. Al ver a Mayumana en esta pequeña muestra de sus habilidades, entendimos perfectamente a qué se refería Silvia Garcías De Ves cuando hablaba del “artista completo” durante la mañana de ayer en el Gran Teatro Falla.

La coordinadora artística en gira del espectáculo hablaba del paso más que significa formar parte de Mayumana. “Ellos buscan alguien que destaque en una faceta artística pero, sobre todo, que tenga capacidad de aprender otras cosas”,  reflexionaba la joven, con formación en educación física, que en los seis años que lleva con la compañía ha aprendido “a tocar instrumentos, cantar, bailar...”.

Actitud, “energía”, dice. Eso les conquistó de Silvia que se presentó a las pruebas, que gustó por “esa energía”, opina, suya que la hizo destacar aunque “no fuera especialmente sobresaliente en ningún otro aspecto, excepto en la preparación física, claro”, ríe.

“Ahora no sé si pasaría las pruebas para este espectáculo si me presentara con el nivel que llevaba entonces”, duda la coordinadora artística ya que cree que Momentum supone un nuevo aporte a lo que suele ofrecer Mayumana. “Además de la percusión con nuestro cuerpo y con objetos, del humor que siempre utilizamos y de los bailes, en este espectáculo cantamos, por ejemplo, y, sobre todo, están muy integradas las nuevas tecnologías. Mayumana tenía que adaptarse a la sociedad”, valora sobre el trabajo que los cinco chicos y las cinco chicas  que saldrán hoy a las tablas.

Así, la inclusión de videoproyecciones, de grabaciones con loop que se introducen en directo y sonidos también digitalizados forman parte de este Momentum donde el tiempo se convierte en protagonista. “Hacemos una reflexión sobre nuestra concepción del tiempo, es el hilo conductor, hay frases célebres que utilizamos que nos harán pensar pero, como siempre, hay mucho humor y un mensaje muy positivo”, anima Silvia.

El reinado del tiempo en Momentum se puede ver hasta en la escenografía que ayer, desde las ocho de la mañana, montaba a destajo el equipo dirigido por Gustavo Romanos, stage manager de este espectáculo. El bonaerense, que lleva trabajando con Mayumana desde hace ocho años, afirma que “el trabajo en equipo” es el secreto para montar “un show como este” en cualquier teatro del mundo “en unas 20 horas”. “En gira llevamos unos diez técnicos nuestros y, aquí, por ejemplo trabajamos con 25 personas más, así que somos 35 profesionales” atentos a que la luz, el sonido y todo el aparataje técnico funcione “como un reloj”, compara el stage manager tocado con su casco ya que, precisamente, estaba trabajando en el montaje de los relojes de arena y de sol que estos días dictarán la hora y el Momentum Mayumana en el Falla.

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