Vicente Luis Mora. Escritor

"Cervantes hubiera empleado todos los recursos que hay en nuestra época"

  • El autor cordobés explora en 'Alba Cromm' (Seix Barral) los límites entre realidad y literatura en una novela en la que se mezclan narración ortodoxa, crónica periodística y textos de Internet

Vicente Luis Mora (Córdoba, 1970) tiene corazón de entomólogo. Está acostumbrado a observar, estudiar, clasificar y, cuando la ocasión lo requiere, experimentar. Lo hace con las letras y con las personas. Autor de varios ensayos de literatura contemporánea, Mora fue uno de los primeros en definir la "literatura mutante". Desgajado por propia voluntad de la 'Generación Nocilla', ha publicado con Seix Barral Alba Cromm: una novela en la que, sin embargo, sigue explorando los límites de las nuevas formas de contar.

-Dice que las revistas masculinas y femeninas son la versión actual de las novelas de caballería. Llegan a todos los estratos y animan a desarrollar códigos de conducta por género. ¿Cómo se le ocurrió la comparación?

-Pensando en los modelos actuales de difusión de los relatos sociales más conocidos y comparándolos con los que había en tiempos de Cervantes. En ambos casos hay códigos escritos que admiten tanto un uso popular como de alta cultura, y me interesaba esa ambigüedad, esa capacidad de algunos medios -como la televisión o el cómic- de servir al mismo tiempo para lo más excelso y lo más zafio.

-Upman, la revista de ficción que recoge en la novela el reportaje sobre Alba Cromm, desarrolla un discurso reaccionario-machista como respuesta a discursos feministas. ¿Cree que se está ahumando esa veta? ¿Habrá lugar alguna vez para el no enfrentamiento?

-No estoy seguro, pero me parece un escenario posible, como me parece plausible también el entendimiento. Veo a muchos hombres nerviosos ante el papel coprotagonista que las mujeres están desarrollando, y una posible solución puede ser crear foros de opinión donde dejen rienda libre a ese miedo ahora callado por orgullo machista.

-La existencia de una publicación tan estrambótica como Upman forma parte, de hecho, de una serie de futuribles que presenta en la novela: compra-venta pública de niños, Ley de Prohibición de la Edición Papel... aunque algunas, como los consejos sobre cuándo despedir a la gente, ya son ciertas.

-Sí, claro, hay proyecciones de lo actual ficcionalizado. Mi intención es reflexionar no sobre la sociedad futura, sino sobre la presente a través del esperpento temporal.

-Tanto la protagonista como su mejor amiga, la psicóloga Elena Cortés, presentan dos modelos de personajes femeninos muy creíbles. ¿Mucha charla con mujeres o mucha observación?

-Las dos cosas, supongo. Llevo observando mucho tiempo a las mujeres, cuando era niño las veía como seres incomprensibles pero luego he aprendido a verlas como seres aventajados y complementarios. Sobre todo es muy importante escucharlas, si uno quiere entenderlas.

-Entre las declaraciones de Alba Cromm al comentar las peculiaridades del comportamiento pederasta, afirma que cuando una web porno convencional abre, recibe veinte o treinta visitas al mes, mientras que una página de pornografía infantil recibe mil. ¿Este dato es cierto?

-Sí, por desgracia. Al parecer, quienes buscan material pedófilo on line suelen ser bastante compulsivos. No son personas distintas, sino las mismas una y otra vez.

-¿Qué le impulsó a pivotar una historia sobre una investigación de pederastia? ¿Afán por enfocar lo oculto? ¿Cómo ha sido la documentación para este libro?

-Mi intención era acercarme a un mundo oculto, no por entender lo que ellos hacen, sino con la intención de esclarecer su pulsión, evitando simpatizar con ellos. No ha sido un acercamiento, sino un intento de análisis. La documentación ha sido prácticamente imposible en cuanto al material (buscar lo mismo que ellos te convierte en uno de ellos), y la he limitado a documentarme sobre este tipo de delincuentes desde la psicopatología.

-Tanto el blog de Alba Cromm como el de Ezequiel Martínez existían antes de que se publicara la novela. Un juego metaliterario que le sirve para explicar en qué consiste un 'internetexto'.

-Intento reflexionar en tiempo real sobre lo que hago y lo que hacen los autores que me interesan. A veces sus literaturas y la mía tienen puntos en común y a veces no. Un aspecto que veo muy de época es la preocupación por la imagen, sea o no descriptivamente. En mi caso he intentado profundizar al máximo en la cuestión.

-Internet hubiera sido el juguete favorito de Cervantes y Sterne: ha multiplicado las posibilidades de lo que ellos, entre muchos otros, intuían y desarrollaban en sus obras.

-Es lo que yo creo; para algunos críticos, sin embargo, Cervantes hubiera enviado el ordenador y la máquina de escribir a la basura, y en 2010 hubiera escrito con cálamo sobre pergamino. La verdad es otra historia: Cervantes hubiera empleado todos los recursos de este tiempo, como hizo en el suyo.

-Frente a la novela convencional, la novela 'viral' produce una mayor sensación de crear un mundo, de estar en el mundo...

-Es cierto, tiene una implantación en lo real inmediato, la obra es antes, mientras y después de su publicación en papel, y el juego interactivo de los lectores la altera y la enriquece. Hoy mismo Alba recibía en su blog el comentario de alguien... que no sabe que ella es un personaje de ficción.

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