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Concierto extraordinario de la Orquesta de Málaga en el Villamarta

  • El conjunto malagueño será dirigido por Francisco de Gálvez, con la participación del violonchelista Adolfo Gutiérrez

 EL próximo sábado la Orquesta Filarmónica de Málaga ofrecerá un concierto en el Teatro Villamarta, dada la escasez de programas clásicos que padece desde hace meses la cartelera de nuestro coliseo, sería deseable recuperar en esta ocasión al ferviente y asiduo público que durante más de tres lustros ha disfrutado de unas extraordinarias temporadas de concierto con niveles de calidad difícilmente superables. 

Desde la reapertura de Villamarta, el conjunto malagueño fue integrado como colaborador habitual ejerciendo, sobre todo, como orquesta de foso, asumiendo esta labor en numerosas producciones líricas.

La Orquesta Filarmónica de Málaga se fundó en 1991, originalmente con el nombre de Orquesta Ciudad de Málaga, denominación que mantuvo hasta su décimo aniversario. En sus más de veinte años de existencia ha tenido cinco directores titulares: Octav Calleya, Odón Alonso, Alexander Rahbari, Aldo Ceccato y Edmon Colomer, que han dejado su impronta a través de una rica programación que ha acogido las principales obras del repertorio internacional junto a programas de vanguardia, hecho que ha servido para modelar un versátil conjunto sinfónico. 

La Orquesta Filarmónica de Málaga ha cosechado numerosos éxitos en los más renombrados teatros y festivales de nuestro país, así como en varias giras europeas que le han llevado a Suecia, Grecia, Eslovaquia, República Checa y Alemania.

Como ya se ha indicado, la Orquesta Sinfónica de Málaga estará el próximo sábado a las 20 horas en Villamarta donde interpretarán las Ocho canciones populares rusas, op. 58 de Anatoli Liadov (1855-1914). Este gran maestro ruso compuso, sobre todo, obras de pequeño formato donde destacan sus piezas sobre temas tradicionales de su país; para continuar con las Variaciones sobre un tema rococó para violonchelo y orquesta, op. 33 de Piotr Iliich Tchaikovsky (1840-1893), una obra de corte clásico creada en 1876 que brindad al solista muchas oportunidades de lucimiento, tanto en los pasajes virtuosísticos como en los temas de carácter elegiaco.

Las célebres Danzas polovtsianas de la ópera El príncipe Igor de Alexander Borodin (1833-1887) abrirán la segunda parte de este atractivo concierto que concluirá, nada más y nada menos, con la espectacular Obertura solemne 1812, op 49, escrita por Tchaikovsky en 1880 para celebrar la victoria de las tropas rusas sobre los ejércitos napoleónicos, una partitura espectacular que dirigió el propio compositor en la inauguración del Carnegie Hall de Nueva York en 1891.     

Pienso que tal y como están los tiempos, no sería aconsejable perderse un concierto de esta categoría: programa, orquesta, solistas y director garantizan su éxito.

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