Cultura

Daños en pinturas rupestres de una cueva de Atlanterra

  • El abrigo, que data de la misma época de las figuras de las cuevas de Altamira, se encuentra desprotegido a pesar de los requerimientos a Cultura

La Cueva de Atlanterra ha sido objeto de un nuevo ataque vandálico que ha afectado seriamente a las pinturas de arte rupestre que cobija. Este nuevo suceso se debe a la falta de medidas eficaces de protección del arte rupestre en la provincia de Cádiz, y que nunca se cumplieron las promesas de la Consejería de Cultura de proteger estos lugares, según denuncia el arqueólogo Lother Bergman, quien de inmediato de tener noticias sobre la agresión cultural ha puesto los hechos en conocimiento del Seprona de la Guardia Civil y a la Fiscalía de Algeciras. Los primeros realizaron una visita a la cueva y tomaron fotografías del lugar.

La cueva de Atlanterra es un Bien de Interés Cultural (BIC) y se encuentra en el término municipal de Tarifa, dentro de la urbanización de Atlanterra. En su interior se encuentran pinturas rupestres de distintas épocas prehistóricas. Las más antiguas datan del Paleolítico Superior (Magdaleniense) y tienen una antigüedad de unos 15.000 años. La gran importancia de este lugar reside en el hecho que el arte paleolítico representa el arte más antiguo de la humanidad y existen sólo un poco más de 200 lugares en el mundo entero que albergan manifestaciones rupestres de esta tipología.

A pesar de haber sido denunciadas en numerosas ocasiones pintadas hechas presumiblemente por jóvenes de la urbanización, el lugar quedó sin protección. A principios de 2005 las pintadas de los excursionistas de la Cueva de Atlanterra fueron eliminados y se realizó trabajos de lavado y limpieza. Al mismo tiempo se instaló un pequeño cercado en un lateral del terreno que no evita el acceso incontrolado de personas. Se dejó abierto el acceso principal a la cueva. El resultado son los nuevas desperfectos en un patrimonio histórico que es único e irrepetible, y que se ha denunciado ahora de nuevo. El denunciante advierte que estamos ante una actitud supuestamente delictiva, por no contar estos lugares con medidas eficientes de protección y proceder periódicamente al lavado de las manifestaciones rupestres de nuestras cuevas y abrigos. Según la Ley del Patrimonio Histórico Español y la Constitución Española, la administración competente tiene la obligación de evitar que se produzcan daños. Por desgracia, "el procedimiento en la provincia de Cádiz es poner medidas de protección cuando los daños se han producido ya". Unos tristes ejemplos representan también entre otros la Cueva del Moro, Cueva de las Bailadoras y la Cueva del Ciervo. También aquí se realizó los cerramientos cuando ya se habían producidos desperfectos irreparables. Muchos otros lugares siguen sin protección ninguna.

Según el experto Jean Clottes del Comité Internacional de Arte Rupestre, "las pinturas rupestres deben tratarse como si fueran obras de Goya", termina Bergman.

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