La familia casi al completo de Rocío Jurado acudió ayer al cementerio de Chipiona para participar en la ofrenda floral que decenas de vecinos y admiradores de la artista realizaron para conmemorar el décimo aniversario de la muerte de la que sigue siendo 'La más grande'.

"Por mucho tiempo que pase seguirá viva", decía a los periodistas su viudo, el torero José Ortega Cano, mientras contaba que le parecía "mentira" que hayan pasado ya diez años desde que Rocío Jurado falleciera en su casa de Madrid el 1 de junio de 2006.

Un día después fue enterrada en el cementerio de su Chipiona natal, en cuyo centro un gran mausoleo recuerda su figura, su genio y su arte.

Este mausoleo, que aún hoy recibe casi cada día la visita de decenas de turistas y admiradores, fue ayer el centro del sencillo y emotivo acto de recuerdo con el que Chipiona ha querido expresar, con centenares de flores, el cariño a su vecina más universal e inolvidable.

Ortega Cano; su hija Gloria Camila Ortega Mohedano; su nieta, Rocío Flores (hija de Rocío Carrasco) y sus hermanos Amador y Gloria Mohedano no han podido evitar emocionarse en este día.

"Es un día con muchos recuerdos, un día muy fuerte", apuntaba Ortega Cano, para luego asegurar que en la familia "la tenemos muy cerca".

El torero recordaba que Rocío Jurado en vida "sembró mucho" y por eso el cariño de sus vecinos y admiradores, diez años después de su muerte, es indeleble.

Ortega Cano no quiso entrar a valorar la ausencia en este acto de Rocío Carrasco, como le pedían insistentemente algunos periodistas de la prensa del corazón. "Hoy es el día de Rocío, algunos no habrán podido venir y otros no habrán querido", indicó mientras pedía a los periodistas que se fijaran en cómo estaba de "guapa" la escultura de Rocío Jurado en un mausoleo en el que parece "una santa" en "un altar lleno de flores".

El torero sí contó que su hijo, José Fernando Ortega Mohedano, había preferido venir a visitar el cementerio otro día. "Sabe que hoy hay prensa, y a él no le gusta, le pone muy nervioso, prefiere venir otro día", comentó.

Su hermana, Gloria Camila Ortega Mohedano, que pudo evitar las lágrimas, también contó a los periodistas que se trata de un día "triste" para la familia, aunque también una fecha para estar "muy orgullosos" de Rocío Jurado y del cariño que despierta, en palabras de Amador Mohedano.

Desde que falleciera hace diez años, los miembros de la asociación 'Rocío la más grande' organizan cada año esta ofrenda floral en el mausoleo de la artista.

Pero este año, en el décimo aniversario de su muerte, al acto se han sumado asociaciones de discapacitados, amas de casa, deportistas, aficionados a la música y de todo tipo de organizaciones y vecinos particulares de Chipiona, además de los representantes del gobierno municipal.

"Chipiona para ella era la capital del mundo", recordó su viudo, que relató cómo Rocío Jurado, que viajó por todo el mundo, encontraba en su ciudad natal "el trocito de tierra suyo y donde se ponía muy contenta".

Un trocito de tierra en el que Rocío Jurado es recordada "en cada esquina" y "cada día", como señaló el alcalde, Antonio Peña. El próximo sábado se la volverá a recordar con un funeral que reunirá a su familia, sus vecinos y sus admiradores.