Hacía doce años, al menos, que las excavaciones arqueológicas en las ruinas de Baelo Claudia -antigua ciudad romana emplazada en la ensenada de Bolonia, en Tarifa- no regalaban un tesoro similar al encontrado el pasado viernes y presentado al público durante la mañana de ayer. Un acto que contó con la presencia del consejero andaluz de Cultura, Luciano Alonso.

Los expertos hallaron el torso de una escultura romana, realizada en mármol blanco, procedente de unos antiguos baños (termas) localizados en la zona de extramuros de la antigua villa del siglo II antes de Cristo. En concreto, la pieza se recuperó en la parte sur oriental, donde se baraja la posibilidad de que existiera un faro o atalaya atunera; y que ya ha revelado la presencia de unas termas con varias piscinas, como la natatio o frigidarium. Ha sido a un metro de profundidad de la primera -una piscina de agua fría, abandonada a finales del siglo IV o principios del V después de Cristo- donde apareció esta obra, que representa probablemente a una divinidad masculina.

Una escultura incompleta de una figura desnuda, de tamaño real y a la que falta la cabeza, una pierna completa, la mitad de otra, un brazo completo y antebrazo de otro. Además de esta pieza, los expertos localizaron también un pie. Por ello, los investigadores consideran que muy cerca pueden encontrarse los demás restos de la obra. Así lo apuntó el profesor Darío Bernal; quién, junto a Alicia Arévalo, ambos profesores de la Universidad de Cádiz, dirigen el proyecto de investigación Economía Marítima y actividades haliéutecas en Baelo Claudia, que enmarca los trabajos de excavación y arqueología que propiciaron este interesante e importante hallazgo.

La aparición de estos restos adquiere una notoria relevancia, porque representa la continuidad de los descubrimiento y refuerza, a la vez -también con la presencia de dos termas-, la importancia de la antigua ciudad romana. Además, a pesar de que Baelo se considera una ciudad de corte austero, basada en un modelo industrial; este hallazgo determina que existían obras artísticas, como esta propia estatua, los mosaicos de la piscina o la famosa del emperador Trajano, dos togados, dos femeninas y los retos de la escultura de Juno.

El consejero Luciano Alonso subrayó, no solo la importancia del hallazgo reciente, sino el trabajo realizado por la consejería de Cultura con el objetivo de potenciar las excavaciones y el propio conjunto arqueológico como valor patrimonial. En ese sentido, el representante regional recordó que desde 1989, cuando las ruinas se declararon Conjunto Arqueológico, hasta la inauguración del Centro de Interpretación de Baelo -obra de Vázquez Consuegra-; se invirtieron más de cinco millones de euros en investigación y consolidación de este espacio. El consejero, que alabó los proyectos de investigación en el entorno de Baelo y los calificó como "un apretón de mano entre la vieja Roma y la nueva Andalucía", manifestó su satisfacción por un nuevo descubrimiento.

El director de Baelo Claudia, Ángel Muñoz, explicó que con la nueva filosofía de la consejería de Cultura, las instalaciones que cuentan con edificios como el centro de interpretación garantizan que los descubrimientos formen parte de los fondos documentales y culturales de conjunto arqueológico. Muñoz anunció que al enclave regresarán algunas de las piezas halladas en las ruinas, que permanecen esparcidas por diferentes museos de la provincia, para que formen parte de la exposición permanente.