Cultura

Encuentran un pecio y varios lingotes de plata en las obras del nuevo puerto

  • Los hallazgos obligan a acotar la zona de dragado para una nueva exploración arqueológica · Cultura estudia la naturaleza de otras "anomalías magnéticas"

El servicio de vigilancia arqueológica contratado por la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC) ha hallado un barco hundido y dos lingotes más de plata en las obras de dragado de la nueva terminal de contenedores del puerto de Cádiz.

Al parecer, según fuentes de la APBC, tras el hallazgo de un primer lingote de ocho kilos de peso y una moneda de plata, concretamente un real de a ocho de Carlos III, se encontraron dos piezas más de plata. El descubrimiento dio como resultado que la delegación de Cultura de la Junta de Andalucía procediera a ordenar la acotación de una zona en la que se han paralizado las labores de dragado. Se trata de un espacio de unos 200 metros de largo por 70 de ancho que el pasado fin de semana se vio sometido a otras varias campañas arqueológicas que han resultado, tras varias inmersiones, con el siempre atractivo descubrimiento de un pecio, que, según los primeros indicios, podría pertenecer al siglo XX.

La APBC, en colaboración con Cultura y con el Centro de Arqueología Subacuática (CAS), ha detectado también lo que se califica en el argot arqueológico "anomalías magnéticas" que pueden tratarse de nuevos lingotes o bien de cualquier objeto metálico que llame la atención de los detectores usados en las campañas.

La Autoridad Portuaria mantiene que los hallazgos no provocan, de momento, ni retrasos ni suspensiones en el proceso de las obras de la nueva terminal de contenedores y que "tan sólo son prueba de que los mecanismos de vigilancia arqueológica están funcionando a la perfección". En este aspecto subrayan igualmente que se está velando en todo momento por el patrimonio subacuático y han recordado que la obra cuenta con un programa de vigilancia ambiental, una dirección ambiental y una asistencia técnica arqueológica que tiene como fin la salvaguarda de ese patrimonio subacuático.

De hecho, el proyecto del nuevo muelle cuenta con un permiso de Cultura en el que siempre se intenta compatibilizar el calendario de las obras con la defensa del patrimonio arqueológico de la provincia.

Nada le sorprende a la APBC en este aspecto. Y, como prueba, enla redacción del estudio de Impacto Ambiental aparecen antecedentes relacionados con las obras de la terminal de La Cabezuela. Recordar que ese espacio está calificado como Zona de Servidumbre Arqueológica de la Bahía de Cádiz. En 1982 ya se comenzaron a realizar controles arqueológicos en los dragados de la canal principal de la Bahía, encontrándose lingotes y cepos de plomo romanos, balas de cañón, cerámica, vajilla, hebillas, clavos, pipas y monedas.

Posteriormente, en 1987, durante las obras de construcción del muelle de La Cabezuela, se detectó la existencia de un pecio, posiblemente de finales del siglo XVIII o principios del XIX, a una profundidad de ocho metros. En él se documentaron tablazones en muy buen estado de conservación y clavazón de bronce. A su vez, en abril y mayo de 1997 se efectuó un dragado en las zonas próximas al muelle de La Cabezuela y en la canal central, recuperándose numerosas monedas de plata y balas de cañón.

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