Diario de las artes

Espacio de Creación ECCO, los esquemas de una modernidad

Las salas del Espacio de Creación Contemporánea, ese ECCO de Cádiz cuya programación, quizá, pasa demasiado desapercibida por la abundancia de salas institucionales existentes en la ciudad - aquí la cantidad y la calidad no llevan sendas paralelas - que desvirtúan, no sólo la atención del aficionado, sino que dejan en suspenso una lógica trascendencia expositiva que podía potenciar otra realidad donde muestras de infinita mayor calidad se sucedieran sin solución de continuidad para el goce y disfrute unánime. Muchas veces, casi siempre, diría yo, menos es más. Hay que decir, en este sentido, que desde su inauguración, el programa expositivo del Centro de Arte que dirige Lorena Benot ha sido variado y con escasas dudas y, además, apostando como no podía ser de otra manera en un espacio artístico como este por una práctica avanzada donde tuvieran lugar todos los numerosos acontecimientos artísticos que conforman el amplio paisaje del arte más inmediato.

Las salas del antiguo cuartel, aprovechando la presencia de esa muestra permanente que es El Valle de los Caídos, de los recordados Juan Carrero y Enrique Naya, COSTUS, se han llenado de un atractivo e interesante concepto expositivo, a través de la realidad creativa de parejas artísticas que formulan - a lo mejor no es más una especie de deseo ilusorio - un hipotético diálogo con las obras de los artistas desaparecidos; relación que, además, pretende invertir en un proyecto creativo donde la vida, la sociedad y el momento presente desencadena una justa confrontación de posibles intereses.

Una vez contemplado el espectacular montaje de la obra de los COSTUS, con ese particular y desapasionado ejercicio figurativo donde lo real ve potenciado su desarrollo representativo con el aditamento de los popularísimos personajes, el espectador tiene la posibilidad de subir a la primera planta donde tiene lugar un recorrido expositivo con cuatro muestras donde la dual continúa marcando las mismas rutas creativas que se observó con la obra de El Valle de los Caídos. En las cuatro muestras los ejercicios artísticos siguen siendo labor conjunta de sus autores, sin que exista una descoordinación ni un simple sumatorio de acciones.

Pablo San José (Mieres, 1969) y Cynthia Viera (Las Palmas, 1973) es un equipo artístico absolutamente consolidado y valorado en todos los circuitos expositivos del mundo en cuyos principales foros han presentado su obra con gran audiencia y unánime aceptación. El ECCO de Cádiz es el primer espacio expositivo de Andalucía donde presentan su obra; una obra que claramente podemos identificar como de denuncia social. El universo, tan inmediato como mediato, de la publicidad, las marcas publicitarias de las grandes multinacionales, con su determinante poder sobre una sociedad a la que impone sus incuestionables postulados, son cuestionados por esta pareja de artistas que nos hacen adentrarnos en una realidad de la que se enfatiza su indiscutible poder decisorio. Con su obra, realizan una despiadada, cáustica y sin reveses, crítica a esas marcas publicitarias que no reparan medios para imponer su potestad sobre una sociedad absolutamente indefensa en tan poderosas manos.

Forma parte este dúo artístico de lo más dinámico de cuanto se hace en el arte de la provincia. Sus actuaciones, tanto en el aspecto teórico en lo que respecta a su labor como responsables de LÍNEA DE TIERRA como sabios actuantes de un arte muy hacia delante, Rocío Arévalo y Pablo Alonso de la Sierra nos presentan dos instalaciones y un vídeo en los que se realiza una incursión por un universo objetual que manifiesta el valor que tiene la acumulación y las numerosas circunstancias que las envuelven, así el tándem artístico gaditano nos hace presentir el concepto de coleccionar, de guardar, de revisar, de conservar, también la idea impenitente de un espacio compartido donde los objetos conviven con la propia realidad imponiendo una potestad suprema a esa existencia de la que las cosas parecen han sido testigos, incluso, con casi vida propia.

El esclarecedor proceso creativo de Rocío Arévalo y Pablo Alonso de la Sierra no dejan indiferente. Para esta ocasión, su PANIC VACUI II, nos introduce en un estamento de posiciones pretéritas en las que los objetos inducen a establecer evocaciones de personas, situaciones, momentos y escenarios. Mucho más espectacular es PANIC VACUI III, en la que la imagen de muchos de nuestros objetos personales, de nuestras héroes infantiles, de infinidad de cosas que forman parte de nuestro territorio emocional, aparecen suspendidas del techo mientras se reflejan en las paredes doradas en un intento de reforzar la significación que tienen para cada uno.

Esta pareja artística realiza sus trabajos entre Rotterdam y Berlín, gozando de un reconocimiento internacional y habiendo dejado huella en las principales estancias artísticas de todo el mundo. Presentan la instalación escultórica sonora 'Exorcising Ancient Ghosts' - Exorcizando antiguos fantasmas - , una obra que se comenzó en Nápoles y se presentó en el Pabellón de Islandia de la Bienal de Venecia de 2011. En la instalación se parte del estudio de imágenes eróticas encontradas en el Museo de Nápoles que aludían a una ley griega por la que se prohibía a los atenienses casarse o tener relaciones sexuales con extranjeros, el castigo a infringir era mucho mayor para la mujer que para el hombre. Desde esta premisa histórica, los artistas construyen un entramado visual donde el contraste de intereses se hace bien patente.

Puede que estemos ante la pareja de artistas de mayor trascendencia de los últimos años en el panorama artístico español, llevando tiempo realizando una obra importante con significativos esquemas donde la realidad que nos circunda posibilita infinitos desarrollos donde se cuestionan circunstancias inherentes al ser, al existir, al estar y al posicionarse en diferentes estamentos presenciales. En esta exposición nos presentan una amplia oferta artística, con piezas de muy dispar naturaleza plástica, un cuestionan el espacio, el propio tiempo, la existencia, la realidad compartida y muchos otros esquemas de una circunstancia dual donde el aquí y el ahora, lo otro, lo nuestro, lo de ambos, crea inquietantes propuestas de poderosa materialidad y expectantes desenlaces conceptuales

Muy afortunado el programa de exposiciones que, actualmente, tiene lugar en el Espacio de Creación Contemporánea de Cádiz. Un planteamiento artístico adecuado a la realidad del Centro donde se presenta y que sirve para mantener viva la llama de la moderna creatividad en medio de un ambiente expositivo, excesivamente, disperso.

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