Cultura

Evocadora emoción cromática

YA hemos escrito en este espacio sobre la importancia de una nueva sala en el descorazonador panorama expositivo existente. Pero es mucho más significativo apostar por artistas jóvenes, por autores que están empezando y necesitan curtirse en los complejos manejos de la dinámica expositiva; algo que imprime carácter y para lo que todos no están preparados por mucho bagaje artístico que posean. El nuevo espacio granadino continúa su periplo esta vez con una joven que ya dio motivo de expectación en las comparecencias de las que hemos sido testigos - varios concursos y su presencia en la feria ARTJAEN -.

Clara Jiménez llega de la mano de Carmelo Trenado ofreciendo un particular y sugestivo homenaje a Chopin. Y es que la música en la vida de esta autora ofrece más que compañía. A ella acude y desde ella se ve empujada a la realización de una pintura donde la fortaleza expresiva del abstracto juega todo un decisivo papel. El color invade una escena componiendo una estructura donde la pasión formal antecede a una poética colorista llena de sensualidad y clarividencia.

La materialidad del color se ajusta al episodio evocador que suscita la música. Una plataforma formal, perfectamente acondicionada desde las marcas cromáticas, marcan los senderos de una pintura expresionista, que no se deja llevar por los excesos, sino que mantienen atemperados los recursos plásticos hasta dar forma a unos justos registros donde todo queda mediatizado por la sugerencia y la evocación.

La pintura de Clara Jiménez, desarrollada en fondo y forma en los iniciáticos acontecimientos de una carrera apenas esbozada, adelanta ya los testimonios de una obra poderosa, en la que todo queda sujeto a los impulsos de un paisaje interior al que se conecta con una mínima señalización visual entre el marasmo cromático. Todo está al servicio de una materia plástica, sin excesos ni dispendios pictóricos, que llega desde el gozo supremo de una música insinuada y motivadora.

Clara Jiménez nos convoca a la íntima sensualidad de una pintura que provoca infinitas miradas y que acerca a los entramados de un arte lleno de expresividad, sugerencias y emociones.

No sé lo que puede deparar la vida artística de esta joven. El camino es esperanzador. Sólo hace falta que la ilusión mantenga sus gozosos límites y haga posible que la creación se aderece con una profunda carga de verdad. Estamos seguros de que va a ser así.

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