Festival · Motor Circus

Felices 70 Iguana

  • Iggy Pop, una de las últimas leyendas del rock y padre del punk, será la estrella del Motor Circus, el festival del Mundial de motos.

Iggy Pop, en una imagen de archivo

Iggy Pop, en una imagen de archivo / R.D

("I'm the passenger and I ride and I ride. I ride through the city's back sides. I see the stars come out of the sky"). The Passenger. Iggy Pop. Producida por Iggy Pop y David Bowie, del álbum Lust for life.

El pasajero continúa viaje y eso que el pasajero cumplió el pasado 21 de abril 70 años. Cumpleaños feliz. El próximo sábado se viene a El Puerto a celebrarlo en el Motor Circus, máxima estrella del cartel. El pasajero es James Newells Osterberg jr., pero llamadme Iggy Pop, nacido a la vida en Muskegon, en el estado de Michigan, unos días después de que la ONU entregara a Estados Unidos las islas del Pacífico que se mantenían bajo bandera japonesa; nacido para el rock and roll como baterista de The Iguanas, una banda de instituto en Ann Arbor, donde se crió; y nacido para la leyenda en 1968, cuando grabó su primer disco con su banda The Stooges, que no tuvieron un éxito arrasador, ni mucho menos, pero sin los que jamás se entendería el punk y todo lo que pasó después. No se entiende nada sin su clásico I wanna be your dog. Todavía la canta, todavía dice que quisiera ser nuestro perro y se lanza sobre el público como lleva haciendo toda la vida. ¿Cuál es su pócima milagrosa? Ni idea.

Al rescate del incomprendido talento de Iggy Pop acudieron Bowie y Lou ReedEn "Gimme danger" Jim Jarmusch retrata la ruleta rusa a la que sobrevivieron Stooges

En el pasado festival de Cannes Iggy Pop se presentó en La Croissette de la mano del cineasta Jim Jarmusch. Llevaba bajo el brazo una cinta con el retrato de los primeros años del apodado la Iguana. Gimme danger es el nombre de este alucinante documental de obligada visión y se adentra en el misterio de cómo los Stooges sobrevivieron a una ruleta rusa de heroína y descontrol en el que en el tambor de la pistola había casi tantas balas como orificios. La maestría de Jarmusch es la anfitriona del infierno y él resumió esa historia de una destrucción en las entrevistas de promoción con una sencilla frase: "El mundo se meó en los Stooges. El rechazo que sufrieron The Stooges fue brutal, pero eso no les paró".

Eso no es del todo cierto. De hecho, The Stooges se desintegraron porque Iggy Pop alcanzó el fondo del pozo y dijo que se sentía bien allí y allí se iba a quedar. Acudieron al rescate del indudable talento de Iggy Pop, un showman, pero también una voz poderosa con un sincopado y contagioso sentido del ritmo, David Bowie y Lou Reed, que es como si acude a rescatarte de las medusas un escuadrón de tiburones.

Lo cierto es que bajo la producción de Bowie y el aliento del alma de la Velvet, Iggy Pop alcanzó en los 70 su cima de creación artística... y de su transformación. En 1973 grabó con Bowie y aún con The Stooges, o lo que quedaba de ellos, Raw Power, que se abría con una declaración de principios, Search and destroy. Allí va Iggy Pop con estética glam, pero alma punk, "con el corazón lleno de napalm". Y grita, salvaje : ¡Detóname!", lo que podría ser una inspiración para los yihadistas, pero creo que no lo es, que no tienen a Iggy Pop en el altar de su martirologio.

Pero su obra cumbre llegaría cuatro años después, en 1977, cuando el punk ya era un hecho e Iggy Pop su profeta. Fue Lust for life, también con la supervisión de Bowie y salió al mercado, en lo que parecía un guiño metodológico de la historia del rock, pocas semanas antes de la muerte de Elvis Presley. La canción que abre el disco lleva el nombre del álbum, Lust for life, y su vigencia se coronaría cuando Danny Boyle la escogió, con la presencia de Iggy Pop, para promocionar una de las películas más influyentes de los 90, Trainspotting, las andanzas de unos cuantos heroinómanos de clase obrera en el Edimburgo de la época. ¿Qué mejor que Iggy Pop para encarnar el mensaje de autodestrucción y nihilismo que desprendía la novela de Irvin Welsh en la que estaba basada la película? Lust for life incluye en su letra, además, una de las más certeras definiciones del amor: "Piqué el anzuelo con algo llamado amor, sí, algo llamado amor, que es como hipnotizar pollos".

Aquellos tiempos pasaron, claro. Iggy Pop ha seguido sacando discos, muchos, aunque ninguno de gran influencia ni ha logrado grandes éxitos, pero él no se ha bajado del escenario porque lo que ofrece en sus espectáculos es el retrato de un tiempo. Es una representación en vida de una vida que él ya no vive. Iggy Pop sobrevivió a Bowie y a Lou Reed, quién se lo iba a decir. Lleva la vida sana que le permite a su edad seguir siendo una iguana y un monstruo del rock and roll. Cambió la heroína por la verdura para que su leyenda se alimente.

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