La Fundación Pública Gallega Camilo José Cela copó ayer gran parte del protagonismo en la penúltima cita de las VI jornadas de archivos privados 'Archivos y Literatura', que se están llevando a cabo durante esta semana en el Alcázar. El bibliotecario de la fundación afincada en Galicia, Iván Rodríguez Varela, fue el encargado cerrar este encuentro, en el que disertó sobre la gran dificultad que entraña mimar un legado tan imponente como el del literato gallego. La primera de las ponentes de esta cita fue Teresa Rodríguez Domínguez, del Centro de Estudios Juanrramoniano y su discurso se basó en 'Los Fondos Documentales y bibliográficos de la Casa Museo Zenobia-Juan Ramón Jiménez.

Iván Rodríguez Varela cerró ayer la penúltima jornada disertando sobre 'Ventajas y Desventajas de un legado heterogéneo'. En la Fundación gallega cuentan con un volumen de fondos que supera la centena de millares de ejemplares entre archivos de audio, género epistolar y diferentes obras. Todo este legado, por supuesto, fue donado por Cela, que rechazó la venta de toda su obra tal y como explicó Rodríguez en su ponencia: "A Camilo José Cela en los años sesenta le dan el primer Doctorado Honoris Causa y le ofertan en primer término la compra millonaria de su legado. Pero lo rechazó porque ya intuyó que se podría disgregar". Ahora mismo la Fundación conserva en perfecto estado un archivo que está "en proceso de digitalización para que no se pierda. Hay parte de los manuscritos de Cela digitalizado, el 25% del archivo de fotografía y, por supuesto, todo el audio".

"La idea principal que queremos transmitir es que en la Fundación tenemos el legado más importante de la literatura, que no lo digo yo -explicaba Iván Rodríguez en su ponencia- sino que lo dice el presidente de la Real Academia Española de la Lengua, Darío Villanueva".

El bibliotecario de la fundación gallega hacía hincapié en la dificultad de cuidar un archivo que también tiene guardadas las revistas editadas por Cela: "En la Fundación tienen todos los números de la revista que Camilo José Cela editó en Mallorca, cuando se inició en el negocio editorial con Caballero Bonald como secretario de redacción. Se trataba de una revista literaria llamada Papeles de Son Armadans". En estos momentos, la fundación "cuenta con cuatro casas y dirige su misión al estudio y promoción de la obra de Cela, muy enfocada también a escolares".

Antes, Teresa Rodríguez, del Centro de Estudios Juanrramoniano, abrió la jornada hablando sobre la Casa Museo Zenobia-Juan Ramón Jiménez, de la que explicó que "el objetivo del museo es acercar al público al poeta menos conocido a través de un recorrido por los objetos personales que rodearon su vida, sus sonidos, sus textos e imágenes. La colección está compuesta por la biblioteca y hemeroteca personal del poeta, con 3.700 volúmenes y 7.500 revistas en varios idiomas, además de un mobiliario y enseres personales y una importante colección de pinturas".

Hoy concluyen estas citas que se están celebrando en el Alcázar con la ponencia de Marta Valsero, de la Fundación Jorge Guillén, que abordará el paso del proceso creativo al técnico en los archivos.