Tribuna Libre

Historia de nuestro Archivo Histórico Municipal en el siglo XVIII

HACE unos meses localicé en el Archivo Histórico Nacional (AHN), Consejos, 27322, un exp. nº 26 titulado "La justicia y regimiento de la ciudad de Jerez de la Frontera (Cádiz) sobre aprobación de acuerdo celebrado a primeros de diciembre de 1737 para la compra de una casa para custodiar los papeles del archivo de la ciudad", 1737-1790. Pedí una copia al Archivo Hco. Nacional y me encontré con la agradable sorpresa de hallar en ella un plano muy lleno de noticias sobre cómo eran las escribanías de cabildo, dónde estaba el archivo en aquellas fechas, las dos salas capitulares, etc.

Según el expediente del AHN, el acuerdo capitular de 6 de diciembre de 1737 decía: "sobre punto de compra de la casa que hoy posee Guillermo Maxi inmediata a las capitulares a que dio motivo la estrechez de estas, pues no hay pieza a donde esté el Archivo de los papeles de esta Ciudad, por cuya razón se mantiene en la misma sala capitular, y en su antesala, los bancos y escaños que sirven para las funciones de la iglesia por no haber otro sitio a donde ponerlos… siendo asimismo las piezas en que están los papeles de los oficios de Cabildo sumamente estrechas, de que se sigue padecer deterioro dichos papeles y sobre todo no tener cuarto en que poner las cuentas ni demás que pertenece a Contaduría, … y por este motivo también no hallarse los papeles en la forma más regular y con la guardia y custodia que se requiere… encarga a los señores D. Lorenzo López de Padilla y Marqués de Casa Pabón, a quienes diputa para esta dependencia, acudan ante Su Majestad y señores del Consejo de Castilla en nombre de esta Ciudad a pedir real facultad", la cual se obtendría en 23 de diciembre de 1737 refrendada por D. Miguel Fernández Munilla secretario del Rey nuestro señor y su escribano de Cámara.

Luego, de pronto, el expediente, de la mano del escribano de Cabildo Antonio Cerrón, da un salto cronológico hasta septiembre de 1788 y comienza a hablar, bajo la mirada del 24º José Vejel y el jurado Felipe de Prados, de otra posible casa más a comprar y que el maestro Mayor de obras valore qué es lo que más interesa… Esas nuevas casas eran las de D. Mauricio Ponce. Juan Díaz de la Guerra, arquitecto, y Juan Falcón, carpintero, informaban así de ellas: "otras casas contiguas medianeras con las casas consistoriales situadas en la calle de los letrados propias del vínculo de Don Mauricio Ponce, cuyas casas medida toda su fábrica de albañilería, carpintería y herrería, suelo y cielo, hallamos que valen dichas casas la cantidad de 43.074 reales de vellón", declarando ser "de mayor utilidad pues en sus piezas bajas lindantes con la pared de la casa o sala capitular se pueden formar y construir piezas decentes para la Contaduría y para que en ella esté el Archivo de los papeles y estantes de los libros de los acuerdos…" Pero el expediente se enrevesa aún más, en 1790, hablando de una permuta de una casa, propiedad de Juan Guillén Monterrubio, en c/ Letrados, por otra municipal en c/ Carpintería.

Y mientras tanto, Don Manuel Rodríguez Pérez, escribano público y alguacil mayor del Santo Tribunal de la Inquisición, declaraba que a un zarandador que estaba allí durmiendo la siesta se le cayó una teja de los portales de las casas capitulares y que "he advertido en el mencionado tiempo caer diferentes culebras de crecido tamaño de las bóvedas que forma el enunciado techo".

En realidad, una película conocida que llega hasta nuestros días, pues seguimos sin un edificio de Archivo suficiente y digno. Ojalá veamos en este siglo XXI el final feliz de este laberíntico expediente que, según vemos, afectó siempre al Archivo Municipal. Porque, y a pesar de ello, no es razonable que una ciudad que valora tanto su historia tenga su Archivo en condiciones tan deficientes.

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