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Juiciosa y entusiasta apuesta por lo mejor de lo nuevo

Fue en 1998 cuando comienza la andadura de esta Bienal de Artes Plásticas Rafael Botí que la Diputación cordobesa organiza en esa honrosa labor que mantiene no sólo como promoción del Arte más inmediato sino como desarrollo y fomento del mismo, al tiempo que asunción de una colección de Artes Plásticas para goce y disfrute general. Aquel proyecto entusiasta fue coordinado, como no podía ser de otra forma en Córdoba, por el sabio Ángel Luis Pérez Villén, cómplice con éste que esto les escribe del trabajo en la crítica cuando el Arte Contemporáneo era asunto de muy pocos y esta aventura de escribir sobre lo artístico, todavía, de menos. Se iniciaba, así, un certamen que ha ido posicionándose en el tejido más significativo de la profesión, que acude, cada dos años, porque los artistas encuentran rigor, seriedad, un jurado de expertos y una repercusión que lo hacen tremendamente atractivo. Durante casi dos décadas, la Bienal que lleva el nombre del escultor cordobés ha tomado el pulso al Arte español y ha sabido reunir un principio de colección que está llamada a ser grande, conformada con obras de artistas de profunda significación en el contexto general del amplio conjunto de la creación actual, con trabajos que abarcan todo el variado espectro de la plástica contemporánea, desde la pintura y la escultura hasta las diversas formas que desarrollan los episodios de las nuevas tecnologías.

Esta octava edición ha contado con la presencia de un jurado de amplia estructura y conocimiento - aunque la inclusión de un artista y de un galerista nunca dio buen resultado -, con solvencia en el universo artístico y de contrastada valía: José Guirao, director de Montemadrid; Elena Vozmediano, crítica de Arte de El Cultural; Rafael Ortiz, galerista; Miguel Ángel Leal, artista; Karin Ohlenschlaeger, directora del Centro de Arte y Creación Industrial de Gijón; Marisa Ruz, delegada de Cultura de la Diputación de Córdoba y presidenta de la Fundación Rafael Botí y Luis Girón, jefe del Departamento de Cultura de la Diputación cordobesa. Los mismos han tenido que analizar las 171 obras presentadas, realizando, de entre ellas, una selección de 30 piezas que son las que constituyen la exposición y componen el catálogo editado al efecto. Al mismo tiempo proponen para su adquisición ocho de las seleccionadas; obras que pertenecen a los siguientes artistas: Mp & Mp Rosado, José Piñar, Jorge Yeregui, Miguel Ángel Tornero, Óscar Seco, Irma Álvarez Laviada-García, Isaac Montoya y Nicolás Combarro; autores de honda significación y manifiesta entidad en los mejores foros de trascendencia artística. Los mismos plantean los amplios postulados de la contemporaneidad. La experiencia artística que patrocina la Bienal plantea, además, un añadido bastante patente que, probablemente, se deba a esa nota de conocimiento y sabiduría sobre el estamento plástico que deja entrever un jurado absolutamente profesional de lo artístico. Éste conoce las complejidades del Arte nuevo y sabe cómo dilucidar sus muchas posiciones y sus difíciles estamentos. No se trata de un jurado que se muestra pacato ante lo más inmediato y está claramente enterado de las múltiples modulaciones de la actual creación artística. Por eso ha sabido seleccionar diferentes circunstancias estéticas; algunas de manifiesta dificultad conceptual. De esta manera, entre las obras propuestas para ser compradas se observa cómo se aúnan las formulaciones más clásicas - en fondo y forma - del granadino José Piñar, autor de esa particularísima pintura de conformación colorista y racional disposición, con la representación sacada del cómic, del cine y de la propia Historia de la Pintura del madrileño Óscar Seco Moreno. Además, los planteamientos pictóricos, la estructuración formal y espacial de los hermanos Mp & Mp Rosado que se podría identificar con el poder geométrico de la representación no concreta de Irma Álvarez Laviada-García; la potentísima incursión en los patrones de las nuevas tecnologías de Isaac Montoya y su videocreación 'Tsunami rojo' que, junto a las fotografías de muy amplia naturaleza conceptual de Jorge Yeregui, Miguel Ángel Tornero y Nicolás Combarro, formulan las proposiciones de lo más nuevo.

Muy importante, por tanto, esta octava edición de una Bienal de Artes Plásticas Rafael Botí que nos augura las propuestas imprescindibles del mejor Arte que, ahora, tiene lugar.

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