Flamenco

Khalo Caló, en el Villamarta

  • La vida de la pintora mejicana Frida Khalo inspira un espectáculo flamenco

El nombre del espectáculo parece remitir a un juego de palabras, pero tras él se esconde un proyecto que resulta, cuanto menos, original y atrevido. También se antoja muy atractiva y casi seductora la idea de llevar al terreno flamenco la vida de la pintora mejicana Frida Khalo, que es de lo que trata el mencionado proyecto. Tanto que, ante la propuesta, uno no para de preguntarse cómo se relacionan ambos mundos en principio tan distantes

Khalo Caló, que se estrenará el próximo viernes en el Teatro Villamarta de Jerez, es una producción conjunta de la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco y Valkiria Producciones, la empresa de Pepa Caballero, que es autora de la idea original de un proyecto en el que se mezclan el sueño y el azar. Porque, en primer lugar, de sueño habría que calificar el proyecto inicial de Pepa, onubense que fue a estudiar Psicología a Sevilla para quedar atrapada sin solución por el flamenco a raíz de sus trabajos -fácil es de comprender- con Jesús Antonio Pulpón. Con el tiempo, aparcada para siempre la psicología, ella habría de crear su propia agencia y, dentro de esa actividad, concibe la idea de trasladar al flamenco la vida de una pintora que le había seducido de la misma forma que el flamenco. A ella había llegado no por la película de Salma Hayeck, sino a través de Diego Rivera, una estación dentro de su largo y apasionado amor por la pintura. De Diego a Frida sólo había un paso y -como ella dice- la pintora mejicana es como una Mantis religiosa, que te come y te puede con un cuadrito de veinte por veinticinco mientras que su amante era capaz de pintar metros y metros de murales maravillosos. Épica frente a intimismo, dos caras de una misma fascinación que se terminan encontrando con la personal querencia de esta creadora onubense por intentar traducir al flamenco cualquier manifestación artística que se le planta ante los ojos o entra por sus oídos.

La vida de Frida ofrece tantas caras como un poliedro. Está la Frida sufriente desde la infancia (polio) y la ambiciosa que quiere estudiar medicina en un tiempo en que no era común entre las mujeres ir a la universidad. Pero surge la tragedia y nos hallamos con la Frida superviviente, que llevará por siempre a la muerte como compañera, pero que sabrá luchar y sobreponerse encontrando en la creación artística la ayuda para sobrevivir a una vida atormentada. También la Frida enamorada que se enfrenta a una maternidad frustrada que, de alguna manera, suple adoptando a Diego, con el que mantiene una relación tan larga como compleja. La Frida política, la viajera en Nueva Yorký Una multitud de aspectos que de manera fácil podrían haber encontrado asiento en los muchos estilos que enriquecen el flamenco, porque "no hubiera sido difícil aparejar palos con sensaciones". Pero no se trataba de eso. Caballero ha querido invertir el camino habitual. "Le he pedido a los músicos que hagan músicas, les he contado la historia y les he pedido que me lo cuenten en su lenguaje, con la música, con la danza, con el cante", recalca.

El resultado, como se dijo al principio, se presenta, en el horizonte, como una gran incógnita, pero la creadora insiste en que han salido unas músicas excepcionales, en la importancia del trabajo de todos y cada uno de los integrantes de la obra y en su seguridad de que van a contar una historia. Tanto para aquellos que conocen la vida de la pintora, que podrán reconocerla en la obra, como para los que no sepan nada de ella, porque el espectáculo "se lo contará, se lo bailará y se lo cantará".

Pepa Caballero es reacia a que se hable de Khalo Caló como algo propio e insiste en que la obra es de los artistas que han sido capaces de asumir la idea y la van a llevar a escena. Entre ellos, destaca la figura de Amador Rojas, el bailarín que un día se le asemejó a Frida y al que terminó por ofrecerle el proyecto. Él encarna a la pintora mejicana a la vez que firma las coreografías en colaboración con Rafael Estévez, quien igualmente se encarga de la dirección artística. El resto del baile correrá a cargo de Antonio El Choro, Ana Morales, Eduardo Guerrero, María Moreno, Christian Lozano y Encarnación López, quienes -se recalca- nunca han de ser considerados como cuerpo de baile. En el cante estarán Roberto Chamorro El Roto e Inma La Carbonera con la colaboración de la cantante Lalah Domínguez. El actor Alejandro Peña encarna la figura de Diego Rivera y la música correrá de cuenta de Eugenio Iglesias, Paco Iglesias, Agustín Diassera, Alejandro Cruz y Ángel Morillas.

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