Cultura

"Si Lisbeth Salander fuera real, no la conoceríamos por el hecho de ser mujer"

  • La arquitecta Eva Gabrielsson, que fue compañera durante más de 30 años de Stieg Larsson, trazó diferentes paralelismos entre la trilogía Millennium y la labor profesional del periodista ayer en Cádiz

"Lisbeth". "Sí, verdad". "Salander". "Es increíble. "Un personaje fascinante". "No es la típica heroína". "Rompe clichés". Sus ojos azules, inescrutables, también querían saben. Eva Gabrielsson, compañera (así se dice ahora pero, a todas, luces mujer) del desaparecido periodista y escritor Stieg Larsson, escrutó al público que ayer abarrotaba el salón de actos de la Asociación de la Prensa de Cádiz: "Ahora me toca a mí. ¿Qué os ha atrapado de la trilogía Millennium?". Claro, también se habló de la manera de escribir del sueco, "tan semejante a Conan Doyle", para algunos, o el paso más que supone la saga al ya excelente género de "novela negra escandinava", para otros. Pero para la mayoría, Lisbeth es la clave.

Eva ríe. "Pues, ¿sabéis? -también rió la traductora por los auriculares- si Lisbeth Salander fuera real, no la conoceríamos, alguien tan increíble no se vería, por el simple hecho de ser mujer. En nuestra sociedad las mujeres aún son invisibles y Stieg lo sabía". Por eso, dice la voz que traduce a la arquitecta, "Lisbeth es el reflejo de lo fan que era Stieg de las mujeres".

Reflejos. Semejanzas. La viuda del encumbrado Larsson, el hombre que desenmascaró a Los hombres que no amaban a las mujeres, trazó líneas paralelas entre la trama de su obra y la realidad, entre Mikael Blomkvist (el incansable protagonista) y su creador, entre la ficticia revista Millennium y la real publicación de Larsson, Expo, dedicada a la lucha contra la extrema derecha antidemocrática, una especie de culminación, de coronación, de "sus ideales y su filosofía".

De ideales. De ética. Buena parte de la conferencia protagonizada por Gabrielsson (al principio más seria y adusta) versó sobre las buenas y malas prácticas en la profesión periodística. De la necesidad de ser honesto. De proteger las fuentes. De contrastar. "Stieg sólo publicaba algo si, al menos, tres fuentes confirmaban la noticia", recordó. De la necesidad de investigar a fondo. Y del periodismo como vigía de los poderes, del poder.

Cada defensa iba acompañada de un ejemplo sacado de las páginas de uno de los tres libros de Millennium, tres novelas que su autor armó en apenas "24 meses, entre el verano de 2002 y el del 2004", especificó. La traductora reía. Eva destripaba algún que otro detalle de las distintas tramas. Ahí va uno inofensiva: "En la tercera parte Erika sufre un dilema moral al cambiar su forma de trabajar por...". Gabriellson continuó. Continuó, también, con verdades como puños. "La calidad de un medio de comunicación se mide por la calidad de su equipo no por la cantidad de anunciantes. Eso le preocupaba a Stieg y lo deja ver en la primera parte con lo que ocurre con...".

Risas. Eva se iba relajando. Y en el turno de preguntas se encontró en su terreno. Carmen Morillo, la periodista presentadora hizo sólo un par de ellas. Lógico. Muchas personas estaban interesadas en interrogar a Gabrielsson.

¿Cuarta parte de Millennium?. "Con lo que dejó escrito Stieg no se puede hacer una cuarta parte pero podría terminarla lo que pasa es que sin los derechos de autor, evidentemente, no lo voy a hacer. De todas formas, si se hiciera, la gente pediría una quinta, una sexta, una veinte... Y eso ya me parece explotación", sonrió.

¿Cómo se tomaría Larsson el éxito? (Más de 12,5 millones de ejemplares vendidos de los dos primeros libros en 40 países) "Estaría muy avergonzado. Y muy feliz". Eva vuelve a sonreír, tímidamente, quizás incluso con un ápice de hastío o de ironía. Una risa tan difícil de identificar como la mirada inexpresiva de Salander. Será de recordar. Recordar "un último verano en España, en el 97" o una sala llena escuchando "cualquiera de sus historias, contaba muchas" o su incombustible energía "para hacer un mundo mejor".

"Mi hipótesis es que tiene tanto éxito porque hay mucho de verdadero en estos libros. Verdad sobre gente mala y sobre gente buena". Paralelismos.

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