Cultura

Mesas de Asta, final del primer año de excavaciones (invierno de 1942-43)

La ciudad de la historia

UNA fecha importante en el calendario de las excavaciones de este yacimiento fue el final del año en el que comienza la primera campaña: estamos en diciembre de 1942. Manuel Esteve había dedicado los últimos días del mes de noviembre a recoger material arqueológico de los espacios catalogados con letras (en concreto en noviembre se trabajó en la M) y que corresponden a construcciones en torno a la cantera. Se mencionan una aguja de hueso romana y algunos fragmentos de cerámica califal, entre los que destaca uno hallado junto a un silo y entre el muro y el olivo existente al norte de los espacios E y B, que pudo ser reconstruido casi en su totalidad: es una pieza pintada en negro sobre el grisáceo del barro, y la decoración la constituyen animales, pájaros y flores más o menos fantásticos.

En los primeros días del mes de diciembre se hallan restos de pavimentación de ladrillos junto a la zona norte del muro de los espacios E y B. Aparecen en el lugar fragmentos de 'terra sigillata', entre los que destaca uno de una marca en la que se lee con dificultad AT/FICV. En las excavaciones que se realizan en los espacios M, Ñ, O y P se distinguen claramente huellas de incendios: capas de cenizas y carbones en los tiestos recogidos, especialmente los árabes, en los que se distinguen manchas negras grandes. En dicha zona aparecen nuevos muros y otras habitaciones en torno a un patio central en el que se encuentra el olivo que en los planos generales se señala con el n.º 11.

En la Cañada del Catalán, junto a la zona conocida como Puerto de las Cruces, en un sitio vallado con chumberas, propiedad perteneciente a una de las chozas, se encontraron de manera casual numerosos restos cerámicos ibérico-turdetanos, recogidos para una reconstrucción: gracias a este aporte material, algunas piezas se pudieron analizar, dando como resultado algunos registros cerámicos interesantes que iban desde las piezas lisas a las decoradas con bandas anchas rojas y líneas finas negras. Junto a estos fragmentos otros de cerámica campaniense y sigillata. En el conjunto destaca un vaso de barro muy fino y color gris claro. Los magníficos dibujos de estas piezas y el conjunto de la zona excavada se recogen en el cuaderno de campo con la numeración Fig. 34 y Fig. 35.

El 23 de diciembre visita la excavación el Comisario Provincial de Excavaciones, César Pemán y Pemartín. Sobre dicho asunto recogemos estas palabras de Manuel Esteve: "El día 23 César Pemán y Pemartín que es Comisario Provincial de la Comisaría General de Excavaciones y que comparte conmigo estos trabajos, ha estado visitando las Excavaciones (por primera vez desde su comienzo en 16 de febrero de 1942). Le han gustado los trabajos y ha quedado contento de la labor realizada".

Días más tarde, el 29, visitó las excavaciones el arquitecto Félix Hernández Giménez, responsable del Tesoro Artístico de las excavaciones de Medina Azahara, y que confirmó la opinión de que la construcción descubierta en los espacios M, Ñ, O y P es árabe de una etapa muy arcaica, con posibles evidencias de que pertenecía al señor de la villa (que podría tratarse de una gran alquería o de un poblamiento propiamente urbano) o podría tratarse de un edificio administrativo. Félix Hernández consideró entonces de gran relevancia lo descubierto, y señaló que habría que esperar a que aparecieran capiteles y otros elementos arquitectónicos que den más luz. Lo descubierto en Mesas de Asta relacionado con el periodo árabe son las estructuras y unas importantes piezas de cerámica: destacan los platos tipo Medina Azahara y una jarrita hallada junto al muro sur del espacio N. Dicha jarra se reproduce en la Fig.36. del cuaderno de campo, y de la que tenemos hoy abundante documentación gráfica.

En las zonas M y N se encontraron tres silos labrados en la piedra natural del cabezo (material lignario que se utiliza para hacer cal). En esta zona se hallaron restos de sigillata con dos tipos de marcas: COTNI y C.CVRTI. Tras casi once meses de excavaciones, en los primeros días del nuevo año de 1943, segundo de la primera campaña, el personal se trasladó al borde de la cantera y al sector de las habitaciones J, H, K y L, en busca de restos de la muralla. Al oeste se halla parte de un torreón, como se recoge en el croquis parcial de la Fig. 37 del cuaderno campo. Entre los restos hallados en el sector, destaca un pequeñísimo fragmento de un borde de cerámica griega o italo-griega.

Al sur de dicho paramento, Esteve encuentra restos en el yacimiento de un nivel eneolítico: "Presentóse una gran mancha de tierra negra, en la que a las primeras exploraciones comenzaron a aparecer abundantes trozos de cerámica y algunos huesos calcinados… tratando de determinar su extensión y forma, por si posiblemente, se trata, como parece de un fondo de cabaña".

El material arqueológico recogido en dicho lugar consiste en vasos cerámicos que podrían dividirse en dos grupos: unos de contextura basta y otros de paredes finas y de superficie e interior lustroso con una decoración interesante y original, obtenida por el empleo de una espátula, modelados ambos grupos a mano. Asociados a estos hallazgos una anilla de cobre o bronce, y tres huesos que sirvieron como punzones: se recogen en varios dibujos de la página 107, Fig. 38 del cuaderno de Manuel Esteve.

Más adelante señala abundante cerámica con carbones y restos de almejas, muergo y navajas, una pequeña fusayola de sección tronco-cónica, dos cuchillos de sílex y dos colmillos curvos de cerdo o jabalí: "Sorprende del mismo (del yacimiento eneolítico) la cantidad de cerámica que aparece, la que puede dividirse en dos grupos principales, no obstante presentarse los vasos en pequeños fragmentos lo que me obliga a una labor de verdadera paciencia para su limpieza y reconstrucción… el yacimiento eneolítico descubierto no puede excavarse más que en presencia del técnico".

El yacimiento se extiende mucho hacia el espacio H, el corte de la cantera y el borde de la mesa. Al oeste de las zonas Ñ y O se busca el paramento interior de la muralla, y en esa sección se encuentran fragmentos de cerámica campaniense y vulgar árabe, y un pequeño trozo de un finísimo alambre de cobre.

El próximo curso seguiremos resumiendo toda la interesante información sobre el riquísimo yacimiento de Asta Regia que don Manuel Esteve nos ofrece en sus cuadernos de campo. En nuestra página web (cehj.org) el lector podrá consultar un índice de todos los artículos publicados en esta sección del Diario de Jerez desde octubre del año 2005.

Fco. Antonio García Romero

Centro de Estudios Históricos Jerezanos www.cehj.org

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